La Real Sociedad, bajo un diluvio, venció al Spórting en un vibrante partido

Fue un partido diluviano, es decir, de los de arites, en mitad de un diluvio y como si se tratara de la embarrada cubierta del arca de Noé. Aunque bastaba remontarse sólo un año para encontrar un encuentro idéntico, tan extraordinario de emoción y vibrante. También la marcha del marcador y su Final fueron idénticos. Euskal Telebista hubiera podido emitir un vídeo con la grabación de antes y apenas nadie se hubiera dado cuenta. La Real y el Spórting parecen abonados a ello.Podía haber ganado cualquiera de los dos equipos, aunque la Real tuvo más afán de triunfo. Y eso que le faltaban José Marí ...

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Fue un partido diluviano, es decir, de los de arites, en mitad de un diluvio y como si se tratara de la embarrada cubierta del arca de Noé. Aunque bastaba remontarse sólo un año para encontrar un encuentro idéntico, tan extraordinario de emoción y vibrante. También la marcha del marcador y su Final fueron idénticos. Euskal Telebista hubiera podido emitir un vídeo con la grabación de antes y apenas nadie se hubiera dado cuenta. La Real y el Spórting parecen abonados a ello.Podía haber ganado cualquiera de los dos equipos, aunque la Real tuvo más afán de triunfo. Y eso que le faltaban José Marí Bakero y Roberto López Ufarte, dos de sus piezas claves y también debutaba Jon Igoa, sobrino del histórico jugador internacional de idéntico apellido.

En la primera mitad hubo mayor presión realista, con un remate al larguero de Górriz, entre otras ocasiones, aunque paradójicamente fue Arconada, de nuevo soberbio de forma, quien tuvo tres espléndldas intervenciones. Pero no pudo impedir que el marcador, al borde del descanso, tomara color astur merced al trallazo de Marcelino.

Tras el descanso, la Real salió decidida por el empate y lo encontró gracias a un penalti, por la entrada de Ablanedo 1 a Loren, que habrá que ver repetida muchas veces para discernir cuánta influencia tuvo la pierna del gijonés, cuánta el barro y cuánta la voluntad del delantero.

La ejecución fue interminable, pero al final, el inmenso Zamora, que se trabaja minuto a minuto la renovación de su contrato, logró el empate. Daba la impresión de que a la Real se le habían ido las fuerzas y que el Spórting volvía a ganar metros. Pero vino la gran acción de Beguiristain que dio pie al 2-1. Aunque parezca un juego de palabras, todos los marcadores hubieran podido ser justos.

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