Fácil victoria del Estudiantes

El Estudiantes arriesgó en exceso, aunque terminó venciendo con cierta facilidad al Cajabílbao. No sucedió otra cosa más que la evidencia de que el equipo vasco se le da demasiado bien al Estudiantes. El Cajabilbao tiene un juego tan ordenado, tan simétrico, que cualquier alteración de la norma le provoca tremendas dificultades.

El partido resultó frío y hasta molesto, porque el equipo local tuvo hasta cinco oportunidades para irse muy claramente en el marcador, pero terminó desechándolas por falta de ritmo, quizá por exceso de confianza. La demencia de ayer intentó una origi...

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El Estudiantes arriesgó en exceso, aunque terminó venciendo con cierta facilidad al Cajabílbao. No sucedió otra cosa más que la evidencia de que el equipo vasco se le da demasiado bien al Estudiantes. El Cajabilbao tiene un juego tan ordenado, tan simétrico, que cualquier alteración de la norma le provoca tremendas dificultades.

El partido resultó frío y hasta molesto, porque el equipo local tuvo hasta cinco oportunidades para irse muy claramente en el marcador, pero terminó desechándolas por falta de ritmo, quizá por exceso de confianza. La demencia de ayer intentó una original innovación: animar en voz baja. Para ello no había otro remedio que ordenar callar al resto de la concurrencia. Con el pabellón en silencio, la demencia cuchicheaba voces de aliento.

Tras el descanso, el Cajabilbao logró varios empates e incluso fue por delante, mientras el técnico local hacía pruebas. Pero al final, con facilidad pasmosa, el Estudiantes resolvió.

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