Tribuna:LA ELIPSE

Miñón

"No tengo miedo alguno a un: confrontación". Es una de tantas frases, actualísimas e inactuales, que como mandoble viene repartiendo Herrero de Miñón entre sus enemigos íntimos. Pelo aseado, con proclividad al corto desmelenamiento parlamentario. Gafas astutas y boca insuficiente. En la Disneylandia política, está entre ratón Mickey y jesuita de paisano. Es un pequeño Fraga de cuando los Fragas eran a cuerda, como los despertadores Ha llegado tarde a los Fragas a pilas, y mucho más, aún, al último Fraga con grupo electrógeno propio.Herrero, a quien Osorio ha llamado "liderillo", queda, al lado...

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"No tengo miedo alguno a un: confrontación". Es una de tantas frases, actualísimas e inactuales, que como mandoble viene repartiendo Herrero de Miñón entre sus enemigos íntimos. Pelo aseado, con proclividad al corto desmelenamiento parlamentario. Gafas astutas y boca insuficiente. En la Disneylandia política, está entre ratón Mickey y jesuita de paisano. Es un pequeño Fraga de cuando los Fragas eran a cuerda, como los despertadores Ha llegado tarde a los Fragas a pilas, y mucho más, aún, al último Fraga con grupo electrógeno propio.Herrero, a quien Osorio ha llamado "liderillo", queda, al lado de Fraga, como los dibujos animados de Walt Disney junto a los personajes reales en la película Los tres caballeros, recientemente exhumada. Y esto, si bien se entiende, es hoy la derecha española: una mezcla cinemática de señores de verdad y dibujitos saltarínes. Robles Piquer, un suponer, es un señor de verdad, y Verstrynge es como Tom y Jerry en un solo ente y con pasador de corbata. Alfonso Osorio también parece de carne y hueso, mientras que Alzaga está ontológicamente entre el Pato Donald y un muñeco de Mari Carmen. Y en este plan. Quiere decirse que la guerra civil de AP y de toda la derecha política (la otra está muy tranquila) nace de este desajuste entre políticos y muñecos, entre hijosdalgos y dibujos animados. Isabel Tocino, si coge un poco de bronce y pasa el próximo Carnaval en Río, puede ser la Carmen Miranda de la Hispanidad, con todas las frutas que no le vendemos al Mercado Común en la cabeza. Herrero de Miñón hace dos guerras a la vez: propugna para AP un mando colegiado mientras se mueve ya personalmente como mando único. Seguramente, su síntesis interior es el mando colegiado donde él solo sea todo el colegio, así como Adolfo Marsillach descubrió la comuna de un solo hombre, que es la comuna perfecta.

Herrero de Miñón tiene un jet / foil todo terreno para ensanchar su imperio, y se embarca en él intrépidamente, pero ocurre que el jet/foil de Fraga era el propio Fraga. A los otros colegiados de Madrid ya los tenía Miguel Herrero metidos en su colegio, pero en Andalucía le ha salido un escolando que hace muchos novillos: Hernández Mancha. El joven presidente de los pequeñitos de AP, Gonzalo Robles, dice: "Mancha es la persona que simboliza las exigencias de la sociedad moderna y progresista". Y ahí se le ha atrancado el jet/foil al señor Miñón. Claro que en la España eviterna son muchos a incordiar y todos portadores de valores eternos, con lo que todo el rato se están entrechocando los valores como si fueran armaduras. Ruido de armaduras es lo que se escucha en nuestra derecha, ahora que los sables callan, pero el que más la lía, el que más marea, el que más y peor se enrolla es Herrero de Miñón, que no se sabe si reparte entre todos la libertad o la disciplina, si se ofrece eucarísticamente o hace la guerra de guerrillas con una guerrilla que consta de sí mismo. Se trae él solo consigo un jaleo de minifundios ideológicos que es como si estuviese dirimiendo hasta el infinito las parcelas secano/regadío de la España interior y el monocultivo. Y no es que no se parezca a Fraga, ya está dicho, sino que le es familiar como el cuco del reloj de cuco que sin duda debe tener don Manuel en su pueblo. Un Fraga a cuerda de despertador, sí, que pudiera ser eso que Ortega llamó "una conciencia cronológica", que viene a ser lo menos parecido a una conciencia. Le hemos oído decir a Miñón que no se puede sustituir el gran carisma de Fraga por un carisma pequeñito. Por eso, porque él es el anticarisma, ha decidido todo lo contrarío de lo que dice: sustituir a Fraga no como líder, ni como hombre carismático, ni como jet/foil. Sustituirle como reloj de cuco.

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