Herrero de Miñón aboga por el consenso para elegir al nuevo presidente de AP
El vicepresidente ejecutivo de AP, Miguel Herrero de Miñón, se mostró ayer partidario de lograr un consenso en el partido para elegir al sucesor de Manuel Fraga. Al referirse al presidente de AP de Andalucía, Antonio Hernández Mancha, aspirante al cargo, Herrero dijo: "Hernández Mancha es uno de los líderes más valiosos, jóvenes y populares con que cuenta AP".
"Pero el congreso extraordinario no puede ser un tema de pactos o de cuestiones personales", precisó Herrero. "Hay que lograr un gran consenso para que participen cuantos más mejor y orienten el partido hacia el debate interno y l...
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El vicepresidente ejecutivo de AP, Miguel Herrero de Miñón, se mostró ayer partidario de lograr un consenso en el partido para elegir al sucesor de Manuel Fraga. Al referirse al presidente de AP de Andalucía, Antonio Hernández Mancha, aspirante al cargo, Herrero dijo: "Hernández Mancha es uno de los líderes más valiosos, jóvenes y populares con que cuenta AP".
"Pero el congreso extraordinario no puede ser un tema de pactos o de cuestiones personales", precisó Herrero. "Hay que lograr un gran consenso para que participen cuantos más mejor y orienten el partido hacia el debate interno y la solidaridad externa". Herrero hizo pública su intención de convocar el congreso extraordinario con la mayor rapidez posible dentro del plazo fijado (primer trimestre de 1987). Estas manifestaciones fueron hechas ayer en Valencia, donde Herrero clausuró el congreso provincial de AP, que eligió a Ignacio Gil-Lázaro como presidente.Hernández Mancha, por su parte, admitió ayer en Granada la posibilidad de presentarse a la presidencia de su partido, informa Alejandro V. García. Antonio Hernández Mancha se defendió de los reproches vertidos por sectores de AP sobre su juventud para suceder a Fraga.
"La verdadera experiencia política comenzó a adquirirse en 1977 y, no antes", afirmó, "y entonces yo trabajaba para el partido". Señaló la contradicción de los que califican a Fraga como "demasiado viejo" para seguir en la presidencia y a él como "demasiado joven" para sucederle.