Gran división en el COE por la reforma de sus estatutos

El Comité Olímpico Español (COE) atraviesa una grave crisis interna a raíz del enfrentamiento entre varios grupos de federaciones. La necesidad de sustituir a Alfonso de Borbón como presidente del COE es asumida por casi todas las tendencias, pero la evolución de los hechos en los últimos días ha abierto una guerra interna. El enfrentamiento radica en cómo llevar a cabo la reforma de los estatutos del COE y la presencia o no de las federaciones no olímpicas. El COE está compuesto por 125 miembros, de los cuales 27 representan a federaciones olímpicas y 28 a las no olímpicas; los res...

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El Comité Olímpico Español (COE) atraviesa una grave crisis interna a raíz del enfrentamiento entre varios grupos de federaciones. La necesidad de sustituir a Alfonso de Borbón como presidente del COE es asumida por casi todas las tendencias, pero la evolución de los hechos en los últimos días ha abierto una guerra interna. El enfrentamiento radica en cómo llevar a cabo la reforma de los estatutos del COE y la presencia o no de las federaciones no olímpicas. El COE está compuesto por 125 miembros, de los cuales 27 representan a federaciones olímpicas y 28 a las no olímpicas; los restantes son representantes de federaciones internacionales y personas que han tenido una trayectoria importante en el deporte español.El COE podría estar ahora dividido en cuatro grupos de influencia. El más conservador, formado por parte de las federaciones no olímpicas y miembros honoríficos, pretende mantener la actual situación, con 48 votos para ellos y 43 para las federaciones olímpicas. El grupo más radical, formado por las federaciones olímpicas, que quieren expulsar del COE a las no olímpicas, estaría encabezado por Juan Manuel de Hoz, vicepresidente del COE y presidente de la Federación Española de Atletismo. Entre las dos posturas se encuentra ubicado un grupo moderado, subdividido a su vez en federaciones olímpicas y no olímpicas, que está dispuesto a buscar una solución de compromiso, potenciando el papel de las federaciones olímpicas. Todos estos grupos apoyarían el relevo de Alfonso de Borbón y su sustitución por una persona más eficaz en la gestión.

Los grupos partidarios de una reforma pactada de los estatutos habían decidido meses atrás una estrategia para llevar a cabo sus objetivos. En el pacto, asumido por gran número de las federaciones, olímpicas o no, se aprobó una tregua, hasta que se efectuase la elección de la sede de los Juegos Olímpicos de verano de 1992, para no mostrar una imagen de división ante el COI. El pacto incluía también un compromiso de las federaciones no olímpicas de resignarse a una pérdida de influencia a través de diversas fórmulas. Una de ellas sería que, en las cuestiones referentes a los Juegos Olímpicos, las federaciones no olímpicas tendrían voz, pero se les retiraría el voto.

Pacto roto

El pacto, sin embargo, ha sido roto por un grupo de federaciones encabezado por Juan Manuel de Hoz, según confirmaron diversas fuentes del COE. De Hoz, que apoyó a Alfonso de Borbón cuando derrotó al anterior presidente del COE, Romá Cuyás, pretende ir más lejos y defiende la salida de todas las federaciones no olímpicas. De Hoz estaría apoyado por un grupo de 11 federaciones, las de natación, boxeo, voleibol, gimnasia, halterofilia, piragüismo, tiro olímpico, esgrima, deportes de invierno, lucha y vela, todas ellas olímpicas. Este grupo llegó a amenazar con retirarse del COE si no se cumplían sus exigencias.

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