Los aparentes beneficios de RTVE enmascaran su situación económica

Televisión Española, con un presupuesto de más de 46.000 millones de pesetas para 1987 y una cartera de publicidad que puede superar los 90.000 millones, es, sin embargo, una de las sociedades más descapitalizadas y peor gestionadas de España, según un informe elaborado por EL PAÍS, pese a que presente un superávit que fue de 1.337 millones de pesetas en 1984 y de 1.423 millones en 1985.La insistencia del hasta ahora director general de RTVE, José María Calviño, en. presentar esos resultados aparentemente positivos ha conducido a una gran descapitalización de TVE y oculta su verdadera situació...

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Televisión Española, con un presupuesto de más de 46.000 millones de pesetas para 1987 y una cartera de publicidad que puede superar los 90.000 millones, es, sin embargo, una de las sociedades más descapitalizadas y peor gestionadas de España, según un informe elaborado por EL PAÍS, pese a que presente un superávit que fue de 1.337 millones de pesetas en 1984 y de 1.423 millones en 1985.La insistencia del hasta ahora director general de RTVE, José María Calviño, en. presentar esos resultados aparentemente positivos ha conducido a una gran descapitalización de TVE y oculta su verdadera situación económica.

Televisión Española carece de contabilidad analítica (salvo en algunos capítulos de su gestión), no hay inventario de bienes y se desconoce su valor e incluso su titularidad. Los capítulos de amortizaciones e inversiones, por otra parte, son mínimos para una empresa de su envergadura.

El monopolio del mercado publicitario de que goza RTVE, la percepción de ayudas del Estado y los drásticos -recortes a la inversión y a la amortización enmascaran el aparente milagro económico de Calviño. El descontrol administrativo y contable, aunque no ha salido a la luz, debe ser conocido por el Gobierno, que recibe anualmente las auditorías de la Intervención General del Estado.

Distintas fuentes consultadas consideran injusto que se atribuya de manera exclusiva a Calviño la responsabilidad de esta situación. El ex director general no se ha prestado a hacer declaraciones sobre todos estos extremos, pese a la insistencia de este periódico.

Páginas 16 y 17 y editorial en página 10

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