Ruth Wilson

La defensora de los lectores del 'Milwaukee Journal' de Wisconsin

Lo que más detesta esta veterana periodista es que sus colegas reflejen sus puntos de vista al escribir una información. Y lo que piensa Ruth Wilson es muy importante para sus colegas del Milwaukee Journal, que ronda los 300.000 ejemplares -500.000 los domingos-, ya que es la ombudsman, defensora de los lectores, del mayor diario del Estado de Wisconsin. Reportera, fotógrafa, jefa de corresponsales antes que ombudsman, fue la primera y es la única mujer de los 40 que ejercen este puesto en EE UU.

El teléfono, más que el correo, es el medio que habitualmente utilizan los lectores de su d...

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Lo que más detesta esta veterana periodista es que sus colegas reflejen sus puntos de vista al escribir una información. Y lo que piensa Ruth Wilson es muy importante para sus colegas del Milwaukee Journal, que ronda los 300.000 ejemplares -500.000 los domingos-, ya que es la ombudsman, defensora de los lectores, del mayor diario del Estado de Wisconsin. Reportera, fotógrafa, jefa de corresponsales antes que ombudsman, fue la primera y es la única mujer de los 40 que ejercen este puesto en EE UU.

El teléfono, más que el correo, es el medio que habitualmente utilizan los lectores de su diario para presentar sus quejas sobre la forma en que están redactadas las informaciones o sobre los cambios que el periódico introduce en su formato o en sus secciones. "La mayor cantidad de cartas y llamadas telefónicas se produjo cuando modificamos las páginas sobre los programa de televisión", afirma con una sonrisa Ruth Mlilson, que reconoce haber tenido que manejar problemas más delicados, como reconstruir paso por paso una información que afectaba a un manicomio. Cuatro semana tardó en comprobar que algunas de las fuentes que citaba el periodista no existían.Las fuentes ole un periodista son uno de los problemas más delicados a los que se enfrenta un ombudsman cuando tiene que comprobar una información. En una ocasión, y a petición del alcalde de Milwallkee, que se que jaba de una información atribuida a una fuente anónima, hubo de comprobar con la propia fuente -facilitada voluntaria mente por el periodista- la veracidad de la información. En aquella ocasión prevaleció la fuente frente al alcalde.

El problema de las fuentes lleva aparejado algunas veces conceptos como off the record, deep background o no for attribution, que han pasado a la jerga de los periodistas de todo el mundo. Las reglas en el Milwaukee Journal son claras.

"En la mayoría de los periódicos se recomienda a los redactores que no acepten informaciones off the record, es decir sin fuente conocida. Esa información sólo se acepta si no se puede conseguir de otra forma o no puede comprobarse luego por otras fuentes. Pero avisando que el off the record ha de pactarse antes de empezar a hablar y advirtiendo que deberá comunicar la fuente al director, si éste lo exige" afirma Ruth Wilson. El deep background -la información puede ser utilizada en futuras informaciones sin citar directamente la fuente- o el no for attribution -no indicar directamente la fuente- se utilizan mucho en la información política y diplomática.

"A los lectores", subraya Ruth, "lo que más les preocupa es la información local, tal vez porque se sientan más próximos a los hechos sobre los que se escribe y tienen una opinión más fundada que sobre los temas de política nacional".

Casada con un periodista, conoce bien Europa, ya que fue durante varios años corresponsal en la República Federal de Alemania, de Stars and Stripes, publicación de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.

Ruth, que lleva ya cuatro años como ombudsman, cree que ya ha oído todas las protestas posibles. A veces recibe incluso quejas del otro diario de la ciudad, Milwaukee Sentinel "Yo les digo que no tengo nada que ver con ese diario, aunque los dos pertenecen a la misma empresa".

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