FÚTBOL / PRIMERA DIVISIÓN

Angustioso triunfo del Atlético

El Atlético de Vicente Miera consiguió anoche su primer triunfo de esta Liga. Le costó un gran esfuerzo alzarse con la victoria. Fue un triunfo de auténtica angustia. Los dos goles llegaron en los últimos minutos, cuando se barruntaba el empate. El equipo madrileño jugó un mal partido, sin, conexión entre sus líneas, mientras que el Murcia se limitó a aguantar más de 80 minutos su objetivo marcado: la igualada a cero.La afición madrileña, aguantó la primera parte el mal juego de su equipo sin inmutarse. Los gritos de fuera y los silbidos a sus jugadores no se iniciaron hasta el segundo tiempo....

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El Atlético de Vicente Miera consiguió anoche su primer triunfo de esta Liga. Le costó un gran esfuerzo alzarse con la victoria. Fue un triunfo de auténtica angustia. Los dos goles llegaron en los últimos minutos, cuando se barruntaba el empate. El equipo madrileño jugó un mal partido, sin, conexión entre sus líneas, mientras que el Murcia se limitó a aguantar más de 80 minutos su objetivo marcado: la igualada a cero.La afición madrileña, aguantó la primera parte el mal juego de su equipo sin inmutarse. Los gritos de fuera y los silbidos a sus jugadores no se iniciaron hasta el segundo tiempo. Pero las muestras de desagrado se convirtieron en aplausos al final del en cuentro, cuando el triunfo se consumó. El Atlético se mostró como un equipo sin ideas ni conexión, porque anoche le falló su centro del campo, con tina noche aciaga de Setién y con Marina, quizá el más entonado, sustituido por lesión. Landáburu comenzó mejor, pero se unió al coro de fallos en el segundo tiempo, y Julio Prieto resultó serena isla entre el desorden de sus compañeros.

La primera novedad, del Atlético fue la presencia en el equipo de Uralde, en el centro de la delantera, en sustitución del hasta ahora titular Julio Salinas. Uralde quiso ganarse la titularidad, luchó con fuerza, buscó el gol y la fortuna le sonrió para abrir el marcador. Su tanto, a la altura del partido en que se produjo, llevó la tranquilidad al equipo. Fue un alivio a la angustia pasada, sobre todo ante los peligros que llegó a crear el Murcia en el segundo tiempo, en el que Moyano y Mejías gozaron de ocasiones para marcar. El equipo murciano, desde un principio, planteó el partido en busca de la igualada.

Se encerró en su defensa y no llegó a tirar a puerta contraria hasta pasado el primer cuarto de hora, cuando el Atlético de Madrid ya había comenzado su calvario, con unos jugadores fallones, sin ideas en sus jugadas y errores en sus entregas. La delantera madrileña fue roma, excepto en los dos goles, pero su defensa apenas tuvo problemas para anular cualquier peligro del rival.

La igualada a cero pareció el resultado más justo para este pésimo partido, aunque la salida de Julio Salinas creó más peligro entre la defensa murciana. Con él, el Atlético pasó a jugar con tres delanteros.

Los intercambios de Salinas y Llorente desconcertaron a la defensa rival, y favorecieron las oportunidades de Uralde, pero el gol llegó a balón parado.

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