Reportaje:

Al circo del ajedrez le crecen los enanos

Detrás de los tableros se desarrolla una sorda lucha con implicaciones poco intelectuales

Hace 15 años, el ajedrez era un deporte nacional en los países de influencia soviética y una actividad muy minoritaria en el resto del mundo. Ahora., gracias al norteamericano Bobby Fischer y a los que continuaron su labor, los protagonistas del llamado circo del tablero son populares en los cinco continentes. Durante la primera parte de la revancha del mundial que se ha celebrado en Londres, Kasparov y Karpov produjeron verdaderas obras de arte, que sólo pueden ser disfrutadas por los entendidos. Sin embargo, detrás del tablero se desarrolla otra lucha menos intensa, pero más terrenal, cuyas ...

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Hace 15 años, el ajedrez era un deporte nacional en los países de influencia soviética y una actividad muy minoritaria en el resto del mundo. Ahora., gracias al norteamericano Bobby Fischer y a los que continuaron su labor, los protagonistas del llamado circo del tablero son populares en los cinco continentes. Durante la primera parte de la revancha del mundial que se ha celebrado en Londres, Kasparov y Karpov produjeron verdaderas obras de arte, que sólo pueden ser disfrutadas por los entendidos. Sin embargo, detrás del tablero se desarrolla otra lucha menos intensa, pero más terrenal, cuyas derivaciones políticas, económicas y sociológicas implican a 124 países. Parece mentira que dos hombres casi inmóviles, sentados durante horas frente a una rnesa, puedan provocar tantas pasiones.

Cuentan que el 2 de septiembre de 1972, horas después de que Fischer arrebatara el título mundial a Boris Spasski, el norteamericano se retiró a descansar, advirtiendo previamente: "Que no me molesten. Sólo estoy para el presidente de Estados Unidos". Minutos más tarde sonó el teléfono. Richard Nixon estaba al otro lado de la línea paira felicitar a Fischer, cuyo éxito había provocado la interrupción de la mayoría de los programas de radio y televisión de su país.Tres años más tarde, Fischer se negó a defender el título frente a la nueva estrella soviética, Anatoli Karpov, debido, en teoría, a sus discrepancias con la Federación Internacional (FIDE), dirigida entorices por el holandés Max Euwe. Con su renuncia, Fischer dijo adiós a varios cientos de millones de pesetas en premios. "Fischer está loco", dijeron muchos. Tal vez tuvieran razón, pero es indudable que la conducta del nortearnericarto se basó en una lógica aplastante. Paralelamente al crecimiento era su cerebro de un fuerte sentimiento antisoviético, Fischer abandonó sus estudios desde muy pequeño para centrarse exclusivamente en el ajedrez, con el principal fin de "ser campeón mundial venciendo a los rusos". Tres de sus cuatro úlitimas víctimas en la lucha por el título -Taimanov, Petrosian y Spasski- eran de la URSS. Tras lograr el sueño de su vida, ¿tenía realmente algo que ganar jugando contra Karpov?

Por el contrario, su retirada de la competición le convirtió en un mito, venerado hoy por todos los amantes del mal llamado juego-ciencia.

Fischer, con sus rarezas y su actitud exigente con los organizadores, puso las bases para que los jugadores profesionales vivan hoy mucho mejor que en aquella época. Su reinado fue sucedido por el triunvirato de las kas. Karpov, Korchnoi y Kasparov tampoco se han quedado cortos a la hora de ilustrar las crónicas de ajedrez.

Patadas bajo la mesa

Víctor Korchnoi se escapó de la URSS porque la federación soviética apoyaba más a Karpov, 20 años más joven que él. Karpov, vicepresidente del Comité Soviético para la Paz e invitado de honor en la conferencia de seguridad de Madrid en 1981, se convirtió en un héroe nacional tras vencer dos veces al traidor en sendas finales del mundial.El odio entre ambos alcanzó cotas absurdas. Por ejemplo, en el encuentro de Baguío (Filipinas), en 1978, fue necesario separar sus pies por medio de una tabla para que no se dieran patadas durante las partidas. No menos famosa fue la guerra del yogur: Korchnoi se quejó de que a Karpov se le servían yogures durante las partidas. Según el ex soviético, los diferentes colores del envase u otros signos externos podrían significar mensajes secretos.

Simultáneamente, un famoso parapsicólogo de apellido Zhukar, traído expresamente por Karpov desde Moscú, y los integrantes de la secta Amanda Marga -acompañantes de Korchnoi, vestidos de amarillo y naranja- intentaban contrarrestar mutuamente las supuestas influencias sobre la mente de los jugadores. Por aquellos días, la agencia Tass añadió lefia al fuego, dando a entender que la mujer y el hijo de Korchnoi podrían salir de la URSS una vez finalizado el encuentro, y asegurando que Korchnoi, sentimentalmente unido a su secretaria Petra Leuwrik, se divorciaría inmediatamente, como luego ocurrió.

Todos estos líos inspiraron la película suiza La diagonale dujbu (La diagonal del alfil), que hace unos años ganó el Oscar a la mejor película de habla no inglesa. y fue exhibida recientemente en varias ciudades españolas con buena acogida de público y crítica. Mucho mayor aún es el éxito de Chess (Ajedrez), una ópera-rock que lleva cuatro meses de representación en Londres, con lleno diario. Todo el mundo admite hoy que el ajedrez, debido principalmente a sus virtudes pedagógicas, contribuye a elevar el nivel cultural de los pueblos. Parece entonces evidente que lo caminos para promocionar la cultura son infinitos.

Con Kasparov y Camponnanes se han gastado ríos de tinta. Kasparov, bajo la férrea dirección de su madre, ha luchado contra todos para ser campeón del mundo, a los 22 años. El filipino Florencio Campomanes es el presidente de la FIDE más polémico que haya existido jamás. Aunque él lo niegue, parece que los principales lemas para promover el ajedrez son: el fin justifica los medios" y "que hablen de mí, aunque sea mal".

Campomanes es amigo de Karpov. Kasparov odia a los dos. Tras la revancha frente a Karpov, su objetivo será "restaurar la democracia en la FIDE, eliminando el poder dictatorial de Campomanes". Para ello, apoya moralmente al brasileño Lincoln Lucena, opositor del actual presidente en las próximas elecciones de la FIDE.

Mecenas y empresarios

La campaña electoral es impresionante. En la operación promovida por Kasparov están involucrados varios empresarios brasileños y un mecenas belga llamado Bessel Kok, que ya han aportado varios millones de pesetas para que Lucena y sus colaboradores recorran próximamente la mayoría de los 124 países que componen la FIDE, a la caza del voto.Campomanes dice que todo esto no le importa, porque él ya ha hecho su trabajo. Sin erribargo, mantuvo varias conversaciones privadas con Lucena en Londres, lo que ya demuestra cierta preocupación, aunque su contenido no haya sido revelado a la Prensa. Otro asunto que puede quitar el sueño a Campomanes es el boicoteo promovido por Korchnoi ante la próxima olimpiada de ajedrez de Dubai, que se celebrará a finales de noviembre, junto a las elecciones. Los organizadores árabes han denegado los visados a la selección de Israel.

Tras el gran éxito de Londres, con la asistencia personal de Margaret Thacher, el circo del ajedrez continúa ahora en Leningrado, donde aparecen otras figuras secundarias, como el ex cosmonauta Vitaly Sebastianov, al que algunos vieron llorar el día que Karpov perdió el título.

El nuevo enfrentamiento entre los gladiadores del tablero se desarrolla a orillas del río Neva, en la magnífica sala de conciertos del hotel Leningrado. Delante del escenario, los espectadores guardan un silencio sepulcral. Detrás no hay quien pare.

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