MUNDIALES DE NATACIÓN, SALTOS Y WATERPOLO

Comienzan los saltos de palanca y termina la sincronizada

Los saltos de palanca, o plataforma fija de 10 metros de altura, se inician hoy con la competición femenina. Las mujeres volverán a tomar el Centro de Natación, pues también disputarán el último concurso de la natación sincronizada, por equipos. Mientras en éste se repetirá un duelo entre Canadá, nuevamente favorita, y Estados Unidos, en los primeros, al igual que el trampolín, seguirá la amenaza china para las soviéticas, norteamericanas y alemanas orientales. Si en hombres surgirá otra vez el viernes el estadounidense Louganis, en mujeres no existe la gran figura que destaque.Los saltos en s...

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Los saltos de palanca, o plataforma fija de 10 metros de altura, se inician hoy con la competición femenina. Las mujeres volverán a tomar el Centro de Natación, pues también disputarán el último concurso de la natación sincronizada, por equipos. Mientras en éste se repetirá un duelo entre Canadá, nuevamente favorita, y Estados Unidos, en los primeros, al igual que el trampolín, seguirá la amenaza china para las soviéticas, norteamericanas y alemanas orientales. Si en hombres surgirá otra vez el viernes el estadounidense Louganis, en mujeres no existe la gran figura que destaque.Los saltos en sí no son peligrosos, pero sí pueden producir muchas lesiones, e incluso la muerte. Las continuas caídas al agua (señalada su referencia por las burbujas que produce una máquina especial) ocasionan traumatismo de los hombros y de las muñecas, más que de la cabeza. En trampolín, la velocidad de caída ronda los 25 kilómetros por hora, pero en la palanca supera los 50. El mayor peligro, sin embargo, está en los golpes con los bordes de la piscina o, como sucedió con el soviético Shalibashwili en la Universiada de Edmonton 83, por tropezar con la misma plataforma. Falló al intentar uno de los saltos más difíciles, un triple mortal y medio encogido, en posición inversa. Se separó poco y tras el primer giro dio con la nuca en el borde del cemento. Ya no pudo hacer nunca los dos mortales y medio restantes. Cayó como un fardo, ya inconsciente, al agua, que se enrojeció de sangre. Duró tres días, mantenido artificialmente con vida.

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