Carme del Val y Montse G. Otzet

La revista Dansa 79 ha puesto en circulación su número 50. Hace siete años, a finales de enero de 1979, tres dinámicas chicas de Barcelona, entusiastas de la danza y bailarinas, sacaban un modesto número 1. Ellas han luchado a brazo partido contra muchas adversidades económicas y técnicas para que siguiera apareciendo cada dos meses. Hoy quedan dos de ellas al frente de la minúscula redacción donde se cuece, robándole horas al sueño y al ocio, la única publicación española íntegramente dedicada a la danza, que artesanalmente han colocado con merecido prestigio en medio mundo.

La redacci...

La revista Dansa 79 ha puesto en circulación su número 50. Hace siete años, a finales de enero de 1979, tres dinámicas chicas de Barcelona, entusiastas de la danza y bailarinas, sacaban un modesto número 1. Ellas han luchado a brazo partido contra muchas adversidades económicas y técnicas para que siguiera apareciendo cada dos meses. Hoy quedan dos de ellas al frente de la minúscula redacción donde se cuece, robándole horas al sueño y al ocio, la única publicación española íntegramente dedicada a la danza, que artesanalmente han colocado con merecido prestigio en medio mundo.

La redacción de la revista Dansa 79 es el hueco de una escalera. ("Un familiar nos ha dejado este cuartito para archivar los papeles"). Allí se hace toda la producción del número: "Comenzamos en 1978, dado que no había antecedentes de una publicación similar y teníamos la necesidad de dar a conocer el trabajo de danza que se hacía en España, y a su vez que se conociera aquí lo que estaba pasando en el resto del mundo. Aquel número parecía un fanzine clandestino. Poco a poco hemos ido mejorando la calidad del diseño. En un principio éramos tres pero Beatriu Daniel está ahora unida a la compañía de danza de Cesc Gelabert".Carme, que trabaja en un banco y dedica las tardes y las noche a la revista, puntualiza: "Entonces nos dedicamos a establecer contactos, escribir a todas la compañías europeas y americanas, a las escuelas de baile; en fin a todo el que podía dar información o ser un suscriptor".

A estas chicas se las encuentra en todos los espectáculos de danza en cualquier lugar de España "Nos dividimos el trabajo, pero hay que hacerlo; es la única manera de reflejar fielmente lo que pasa en España con el ballet y la danza. La mayoría de las veces no tenemos medios para viajar, y acudimos a los organizadores de los festivales para que nos faciliten las cosas; haciéndoles ver la revista, dicen siempre que sí". Montse, que aprovecha estar en el paro para darle un impulso a su archivo de danza, dice: "Siempre vamos con un montón de revistas a cuestas. Ese proselitismo hay que hacerlo también con la danza misma. Un amigo que tiene un ordenador nos ha dejado introducir el fichero y algunos datos más".

En Dansa 79 han aparecido entrevistas con los más importantes personajes de la danza: "Nosotras nos presentamos ya con la grabadora en la mano diciendo que queremos una entrevista y a veces persiguiendo al personaje por pasillos, teatros, salas de ensayo...", dice Carme. "Así lo hicimos con Béjart, y tantas veces nos vio, que nos dio unas excelentes declaraciones que después han sido un trabajo muy valioso".

Pero como siempre, el tema financiero planea fantasmal sobre la publicación: "Muchas veces hemos estado a punto de dejarlo, pero nos daría mucho dolor después de tantos esfuerzos. ¿Y qué decir a los que llevan todos estos años colaborando y comprando la revista? Si la podemos hacer es por ellos. Nadie puede pensar que se gana un duro con esto. No hemos tenido nunca subvenciones serias, a pesar de haberlas pedido a todo el mundo. A lo sumo, alguna ayuda esporádica de la Generalitat para preparar un dossier sobre la historia de la danza en Catalunya, pero poco más. Cuando lleguemos al número 100 haremos una fiesta de danza. Esta vez no ha sido posible, aunque lo pensamos. Si algo tenemos claro es el papel de Dansa 79".