Entrevista:

Clemente: "Volveré a Bilbao"

"Iríbar estuvo de acuerdo conmigo en prescindir de Sarabia"

El socio 17.278 de Athléfic de Bilbao, Javier Clemente Lázaro, se instalará, no se sabe por cuántos años, en Barcelona. El socio Javier Clemente no tiene intención de regresar para sentarse en la grada de San Mamés: "Entrenaré de nuevo al Athlétic, aunque me temo que no sea pronto". A menudo, el subconsciente traiciona a Clemente, antiguo jugador del Athlétic, que habla de su antiguo club en primera persona.Pregunta. Sarabia acaba de renovar por el Athlétic, y con la aprobación del nuevo entrenador, José Ángel Iríbar. ¿Cómo enjuicia esta decisión?.

Respuesta. La postura de...

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El socio 17.278 de Athléfic de Bilbao, Javier Clemente Lázaro, se instalará, no se sabe por cuántos años, en Barcelona. El socio Javier Clemente no tiene intención de regresar para sentarse en la grada de San Mamés: "Entrenaré de nuevo al Athlétic, aunque me temo que no sea pronto". A menudo, el subconsciente traiciona a Clemente, antiguo jugador del Athlétic, que habla de su antiguo club en primera persona.Pregunta. Sarabia acaba de renovar por el Athlétic, y con la aprobación del nuevo entrenador, José Ángel Iríbar. ¿Cómo enjuicia esta decisión?.

Respuesta. La postura del club me parece incongruente. El verano pasado la comisión técnica del Athlétic no aprobó la continuidad de Sarabia. Iríbar, que también fue consultado, estaba de acuerdo conmigo. Pero entonces no era entrenador del primer equipo. Ahora probablemente ve la situación de otra forma y ha aceptado la permanencia de Sarabia. En cualquier caso, no creo que se hayan solucionado los problemas. Por mi parte, tengo algunas dudas: ¿tendrá que jugar Sarabia para que no haya conflictos?, ¿sólo Sarabia tiene derecho a hacer declaraciones cuando no es alineado como titular?, ¿tiene el mismo derecho el resto de la plantilla?.

P. Otra hipótesis es que Iríbar considere, a diferencia de usted, que Sarabia puede jugar perfectamente 90 minutos cada domingo.

R. Por de pronto, tengo algo claro: después de mi cese, Sarabia jugó mucho menos tiempo que bajo mis órdenes, sin que, por cierto, nadie levantara la voz. Eso prueba que buena parte de la campaña que se desató contra mí tenía una componente personal. Si ahora el entrenador decide que juegue como titular, habrá otro que permanezca en el banquillo, con la oportunidad de hacer las mismas declaraciones que Sarabia. En definitiva, lo que no se puede permitir es la falta de compañerismo en el equipo.

P. El Athlétic acaba de dar la baja a Dani, Nuñez, y Meléndez, jugadores que permanecieron muy unidos a usted durante la crisis. En algunos círculos se ha insinuado que la directiva ha intentado descabezar todo signo de oposición en la plantilla. ¿Mantiene también esta tesis?

R. Me parece demasiada casualidad que se haya prescindido de tres de los jugadores que estaban más unidos a mí. Desde fuera, tengo la impresión de que se han tomado represalias. Dani y Núñez porque son los dos capitanes y Meléndez porque lleva muchos años conmigo. A Núñez, los técnicos le habían prometido que iba a continuar en el Athlétic, pero los directivos le acaban de dar la baja. Si yo he prometido la continuidad de un jugador, y los directivos le dan la baja, me tendrían que dar razones de índole económica para explicar el hecho. No es ése el caso de Núñez, que era uno de los que menos cobraba del Athlétic. Por lo que se refiere a Dani, deportivamente quizá sea lógica la baja. Sin embargo, se le dice que tiene una opción para trabajar como técnico en Lezama. A última hora, tampoco se le otorga esa posibilidad. Tampoco parece muy normal dar la baja a Meléndez cuando se han desprendido de Zubizarreta. Deportivamente han ocurrido cosas muy raras, tan raras que creo que han incidido problemas personales.

Fuerzas mal medidas

Pregunta. Se afirma que usted midió mal las fuerzas y fue cesado porque Aurtenetxe le veía como un imparable poder en el club.Respuesta. Nunca eché un pulso con la directiva. Cuando se precipitaron los acontecimientos no pensaba ni en ganar ni en perder. Si de verdad hubiera planteado un pulso, habría sacado a relucir todos los trapos sucios del club. Y no lo hice, aunque puedo asegurar que cinco años daban para escribir un periódico de trapos sucios y también de trabajos bien hechos. Lo que no me gustó, entre otras cosas, es que la directiva censurara mi comportamiento, cuando era el mismo que había mantenido durante cinco años.

P. Su actitud, respecto a Sarabia, de quien dijo que no volvería a jugar en el Athlétic, fue calificada por muchos aficionados cuando menos como tozuda. ¿Considera que actuó de forma arbitraria y dictatorial?

R. En el Athlétic nunca he ejercido la dictadura. Es más: la mayor parte de mis decisiones han contado con la opinión de los jugadores. En el caso Sarabia no consulté con la plantilla si Sarabia debía o no jugar. Pero sí es cierto que prácticamente la totalidad del equipo estaba en desacuerdo con las manifestaciones de Sarabia, con su rendimiento en el campo y su falta de obediencia. Los jugadores se quejaban de tener que desarrollar un trabajo que, en parte, le competía a él. Yo consideré que Sarabia no era un jugador conveniente para mantener la disciplina en la plantilla.

P. ¿Por qué se llegó a aquella situación?

R. Hace tres años le dije al presidente que prefería que se traspasase al jugador. Aurtenetxe me dijo que iba a intentarlo. Pero cuando la noticia se hizo pública, el periódico Deia inició una campaña entre los socios, y como Deia es un periódico del PNV, Aurtenetxe, en mi opinión, se atemorizó. Acepté su decisión y sólo añadí que Sarabia jugaría cuando yo lo creyera conveniente. Si surgía algún problema por no jugar, debería resolverlo la junta directiva. Pero los directivos nunca dieron la cara.

P. La polémica tuvo ribetes políticos. Parecía una guerra banderiza. Había clementistas y sarabistas. Y, curiosamente, terminó por enfrentar a dos personas del PNV. A usted, por ejemplo, le expresaron su apoyo del presidente del PNV, Jesús Insausti, Uzturre, y fue aconsejado por destacados miembros del partido, corno Kepa Bordegaray, responsable de prensa del EBB.

R. Tengo pruebas de que Aurtenetxe intentó que el PNV se decantara por él. Le contestaron que si él era del partido, también lo era yo. Incluso le señalaron que yo me había mojado más por el PNV. El partido no creo que haya influido en aquellos hechos.

El Español

P. Su experiencia como entrenador de Primera División se limita a su estancia en el Athlétic de Bilbao. ¿Hasta qué punto supone una prueba dirigir al Español?R. Estoy tranquilo y con ganas. Esta profesión siempre tiene retos. Después de ganar el campeonato de Liga, muchos dijeron que nos íbamos a relajar. Al año siguiente ganamos la Liga y la Copa.

P. ¿Qué objetivo se ha marcado con el Español?

R. Los máximos. No sería yo si dijera que no puedo quedar arriba. En realidad, mis objetivos son siempre a corto plazo. Me planteo la temporada domingo a domingo. Son guerras semanales. Por eso me gusta este trabajo. Si me tomara la tarea pensando en la clasificación de mayo, no resistiría el aburrimiento. Por lo que se refiere al equipo, estoy satisfecho. Intentaré que la calidad de la plantilla, que considero bien dotada técnicamente, se refleje en los resultados, no en la vistosidad. El Español no es igual que el Athlétic, pero puede parecérsele.

P. Su relación con Barcelona, o por lo menos con el Barcelona, siempre ha sido muy polémica. ¿Mantendrá ahora un tono distinto en sus declaraciones?

R. En principio, debo aclarar que tengo un gran respeto por el Barça. Otra cosa es que algunas palabras mías fueran mal recibidas. Pero muchas de mis declaraciones fueron premonitorias y terminaron por darme la razón, y hablo de Maradona y Menotti. Con Schuster no he tenido problemas. únicamente no me gustó que comparara Bilbao con Corea. Nunca he arremetido contra el Barça como institución. Me he rebelado contra afirmaciones que se han producido en Barcelona. Siempre lo he dicho muy claro: no puedo atacar a un club del que algún día puedo ser entrenador.

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