El contrato que nunca existió

El negocio del Mundobásquet tenía su epicentro en un hecho muy sencillo: que TVE retransmitiera para España un mínimo de 35 encuentros. Así vendió la federación el torneo en 1982. Sin embargo, no es hasta junio de 1984 cuando TVE ofrece una carta de intenciones, que no un contrato, donde se compromete a televisar 35 partidos de forma desinteresada y a cambio de la exclusiva de imagen. Pero luego, en mayo de 1986, TVE pide dinero por televisar, 25 millones, que finalmente se quedan en 10. El negocio estuvo en el aire durante cuatro años.La Federación firmó un contrato publicitario asegurand...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El negocio del Mundobásquet tenía su epicentro en un hecho muy sencillo: que TVE retransmitiera para España un mínimo de 35 encuentros. Así vendió la federación el torneo en 1982. Sin embargo, no es hasta junio de 1984 cuando TVE ofrece una carta de intenciones, que no un contrato, donde se compromete a televisar 35 partidos de forma desinteresada y a cambio de la exclusiva de imagen. Pero luego, en mayo de 1986, TVE pide dinero por televisar, 25 millones, que finalmente se quedan en 10. El negocio estuvo en el aire durante cuatro años.La Federación firmó un contrato publicitario asegurando la retransmisión de 35 partidos sin tener seguridad de ello, si bien en el mismo se fijaba una penalización de cinco millones por cada partido de menos y un beneficio de un millón por partido que sobrepasara este número. Pero todo ello sin contar con TVE. No es hasta el 29 de febrero de 1982 cuando el acta del Comité Organizador señala que "los señores Tamames e Imedio informaron de la reunión mantenida con los señores Zardoya y Quiroga, de TVE. Tras diversas intervenciones de los asistentes, se comisionó a don Héctor Quiroga para preparar un borrador de contrato a firmar con TVE, en el que se especifique el número de partidos a televisar, 35, y la exclusividad de imagen para los equipos de TVE". En el acta se especifica, más tarde, que "Televisión Española facilitará en forma gratuita todos los partidos que se retransmitan para España, Eurovisión e Intervisión".

El 4 de abril de dicho año, el acta del Comité señala que "Don Tomás Zardoya comunicó que el proyecto de contrato entre TVE y el Comité Organizador del Mundobasquet España 86 está pendiente de dictamen de la abogacía del Estado". Y el 14 de junio se señala que "Don Héctor Quiroga entregó carta de intenciones firmada. por su director respecto a la televisión de partidos del Mundobasquet. Se acordó acusar recibo de la misma y agradecer a TVE la atención que dispensa al baloncesto". El 3 de octubre de 1984 se firma contrato con la empresa Warren Lockhart Television Sports por los derechos de televisión para América. Se fijaba una penalización del 45% si no participaba Estados Unidos y de un 30% si la ausente era la URSS. El contrato tiene un valor de 400.000 dólares.

Sin embargo, nada de esto parecía atado, porque, en mayo de 1986, TVE solicita dinero por retransmitir el Mundial. Primero 25 millones, que luego quedan en 10. Se menciona el gran gasto que ocasionará contar con unidades móviles operativas en todas las sedes y se justifica como un porcentaje sobre la publícidad en las canchas.

Sin embargo, la gerencia depublicidad de TVE, en su circular informativa número 687, informa a los posibles anunciantes de las tarifas de publicidad para el Mundial de baloncesto. Estas ofrecen en algunos casos, como jornada inaugural, semifinales y final, precios más elevados que en el Mundial de fútbol, siempre y cuando esté presente España. Un anuncio de 20 segundos en el intermedio de la final de baloncesto está valorado en 3.750.000 pesetas por 3.700.000 en el de fútbol. Si juega España el precio aumenta en un 50%.

Así, TVE ha ingresado por los tres primeros partidos de España casi 150 millones de pesetas. (27 anuncios en el España-Francia, 17 en el España-Corea y 26 en el España-Grecia). El Mundial de baloncesto probablemente haya sido el único en la historia en el que la cadena de televisión que consigue la exclusiva no paga sino que cobra por ello y, además, obtiene un buen beneficio publicitario animando la llegada de anunciantes en un mes flojo. Todo ello sin un contrato firmado.

Archivado En