Mayoría del PSC-PSOE

La campaña electoral catalana planteaba una incógnita fundamental: ver si el anunciado incremento de voto de Convergencia i Unió (CiU) supondría por primera vez una victoria nacionalista en unas elecciones legislativas en Cataluña. La segunda incógnita era quién tendría la mayoría en la ciudad de Barcelona.El Partit del Socialistes de Catalunya (PSC-PSOE) ha revalidado la victoria que obtuvo en 1982, aunque ha perdido cuatro escaños y un cuarto de millón de votos en relación a entonces. Pero ha logrado su segunda marca absoluta de votos en toda la historia, ha recuperado el apoyo de más de 400...

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La campaña electoral catalana planteaba una incógnita fundamental: ver si el anunciado incremento de voto de Convergencia i Unió (CiU) supondría por primera vez una victoria nacionalista en unas elecciones legislativas en Cataluña. La segunda incógnita era quién tendría la mayoría en la ciudad de Barcelona.El Partit del Socialistes de Catalunya (PSC-PSOE) ha revalidado la victoria que obtuvo en 1982, aunque ha perdido cuatro escaños y un cuarto de millón de votos en relación a entonces. Pero ha logrado su segunda marca absoluta de votos en toda la historia, ha recuperado el apoyo de más de 400.000 personas en relación a la anterior elección -las autonómicas de 1984- y conserva su hegemonía en la ciudad de Barcelona, en su provincia y en la provincia de Tarragona. En cambio, el Partit del Socialistes de Catalunya (PSC-PSOE) pierde un senador respecto a los conseguidos en la anterior legislatura.

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CiU, el partido de Jordi Pujol, ha ganado casi un cuarto de millón de votos respecto a las anteriores legislativas, seis diputados y un senador, pero pierde el respaldo de más de 330.000 electores respecto a su mejor marca: las autonómicas de 1984. Su ascenso es importante, pero no logra ninguno de los grandes objetivos que tenía puestos en la consulta, lo que, unido al fracaso de la operación reformista en el resto de España, le significa un resultado discreto para las expectativas creadas.

Coalición Popular, por su parte, pierde dos escaños y da la sensación de ser la principal víctima del ascenso pujolista, pues Convergéncia, gracias a la operación Roca, se ha presentada esta vez a las urnas con más credibilidad ante los sectores españolistas de la burguesía catalana.

La gran sorpresa de la consulta ha sido el ascenso del Centro Democrático y Social del ex presidente Adolfo Suarez a la condición de cuarto partido de Cataluña, consiguiendo su primer diputado en esta comunidad autónoma y ganando en votos a Unió de la Esquerra, la coalición nucleada alrededor del histórico PSUC, que ha obtenido otro diputado.

El Centro Democrático y Social ha ganado a los comunistas en casi todas las ciudades significativas por su electorado de izquierdas, empezando por las cuatro capitales de provincia y siguiendo por núcleos de población tan significativos como L'Hospitalet, Badalona, Santa Coloma de Gramenet, Granollers, Manresa y Mataró.

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El prosoviético PCC, con respaldo ínfimo, continúa siendo extraparlamentario y retrocede respecto a las últimas elecciones autonómicas.

Desaparece del Congreso de los Diputados la representación de Esquerra Republicana (ERC), que hasta ahora significaba la voz catalanista más radical en esta Cámara del Parlamento del Estado. Francesc Vicens no revalida su escaño, lo que abre una posible crisis en el partido por la polémica sobre si la causa de ello es el apoyo incondicional -participando con una cartera- al Gobierno autonómico de Jordi Pujol que ha efectuado hasta ahora el partido de Heribert Barrera.

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