LA CAMPAÑA ELECTORAL

Pacifismo, cooperativismo y espiritualidad

J. G.I. El ideario político del Partido Humanista incluye desde reivindicaciones pacifistas -con peticiones de desmantelamiento de las bases militares norteamericas en España y de los bloques militares, en general- hasta "el sostenimiento del régimen democrático y el respeto de los derechos humanos", pasando por "la trasformación de la sociedad mediante una metodología de la no-violencia". Los estatutos que presentó en el Ministerio del Interior en abril de 1985 señalan como el primero de sus fines "organizar las relaciones sociales desde y para el ser huniano".

En diversas declaracion...

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J. G.I. El ideario político del Partido Humanista incluye desde reivindicaciones pacifistas -con peticiones de desmantelamiento de las bases militares norteamericas en España y de los bloques militares, en general- hasta "el sostenimiento del régimen democrático y el respeto de los derechos humanos", pasando por "la trasformación de la sociedad mediante una metodología de la no-violencia". Los estatutos que presentó en el Ministerio del Interior en abril de 1985 señalan como el primero de sus fines "organizar las relaciones sociales desde y para el ser huniano".

En diversas declaraciones públicas, dirigentes del partido han presentado como una reivindicación diferenciadora el logro de un "sistenia cooperativista, a la altura del capitalismo y del socialismo".

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En un informe recientemente distribuido a los medios de comunicación, el Partido Humanista afirma haber conseguido 45.000 afiliados entre los meses de marzo y octubre de 1984. Es un extraño éxito de captación, sobre todo cuando advierten que la edad media de los ingresados se sitúa en los 22 años, salvo que se relacione con la existencia de La Comunidad. En una reciente conferencia de prensa, Luis González anunció que los miembros del Partido Humanista en Euskadi votarán en las próximas elecciones a Herri Batasuna, en virtud de la siguiente explicación: "Nuestra estrategia es la no-violencia. Algo que es diricil. Pero considerando que la salida a la situación en Euskadi pasa por la no-violencia vamos a votar a Herri Batasuna".

El Partido Humanista ha realizado, en ocasiones, dos "colectas" al año entre sus miembros, cuyo importe varía según la fecha que se use de referencia, pero que puede alcanzar, las 10.000 pesetas semestrales.

En 1984, fuentes de la dirección del partido cifraban entre 40 y 60 los locales de que disponía en Madrid y en 3.000 o 4.000 los pequeños comerciantes e industriales que, sólo en la capital de España, colaboraban con aportaciones económicas, a través de la inserción de publicidad en las decenas de hojas de barrio y boletines que editaban en toda España, desde El Solitario de Toledo a Tothom, en el barrio barcelonés de Sants, pasando por La Hoja de Alcalá de Henares. El secretario general del partido, Rafael de la Rubia, afirma que "la mayoría de los afiliados no pagan cuotas" y que "cada consejo de base se autofinancia con actividades de barrio y la venta de El Humanista".

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En relación con la presencia del Partido Humanista en Izquierda Unida, el gabinete de comunicación de la coalición ha manifestado que Izquierda Unida se constituyó con la voluntad de no excluir a ningún grupo. El Partido Humanista tuvo una actividad destacada en la campaña del referéndum, aceptó el programa electoral de Izquierda Unida, participó en el acuerdo sobre las candidaturas y, por tanto, no tenía sentido excluir a un grupo que había aceptado todo eso".

En las listas de la coalición se encuentran 25 humanistas -entre ellos su secretario general, Rafael de la Rubia, 36 años, que ocupa el octavo puesto por Madrid-, ninguno de los cuales tiene posibilidades de ser elegido.

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