Lakdar Bellumi

Lakdar Bellumi, de 27 años, fue una de las estrellas que descubrió el Mundial 82. El Mundial de México iba a ser la consagración del llamado Platini africano, que le permitiese cruzar el Mediterráneo, convertirse en profesional y triunfar en Europa. Pero le rompieron dos veces la tibia en 1985, lo que no le ha permitido llegar en las mejores condiciones físicas a México 86; y Bellumi comenzó como suplente ante Irlanda del Norte y no terminó el partido ante Brasil, sin recuperar el carisma de España 82.

Al finalizar el partido ante Irlanda del Norte, Bellumi no pudo menos que estremecers...

Lakdar Bellumi, de 27 años, fue una de las estrellas que descubrió el Mundial 82. El Mundial de México iba a ser la consagración del llamado Platini africano, que le permitiese cruzar el Mediterráneo, convertirse en profesional y triunfar en Europa. Pero le rompieron dos veces la tibia en 1985, lo que no le ha permitido llegar en las mejores condiciones físicas a México 86; y Bellumi comenzó como suplente ante Irlanda del Norte y no terminó el partido ante Brasil, sin recuperar el carisma de España 82.

Al finalizar el partido ante Irlanda del Norte, Bellumi no pudo menos que estremecerse. Después de sufrir en 1985 dos lesiones consecutivas de fractura de la tibia de su pierna derecha, que le han amargado la temporada el elegante armador y cerebro del juego argelino veía al fin la salida del túnel en que se había metido.Tras una larga y penosa recuperación, Bellumi volvía a defender los colores del equipo nacional de su país.

El jugador confesó: "He conocido momentos terribles durante el período de rehabilitación. Llegué a dudar de todo, e incluso de que volviese a saltar a un terreno de juego. Ha sido horrible. Menos mal que muchos amigos me han ayudado. Estaba preparado para jugar contra Irlanda del Norte, pero el entrenador me dejó en el banquillo hasta la mitad de la segunda parte. Cuando me anunció la víspera del siguiente partido, frente a Brasil, que jugaría como titular este encuentro, me dio una gran alegría".

Cuando se recuerda a la Argelia que jugó en 1982 por primera vez en un Mundial, con el sonado triunfo, por 2-1, ante toda una selección como la de Alemania Occidental, con los Stielike, Breitner, Rummenigge y Schumacher, surge inmediatamente el nombre de Bellumi, 106 veces internacional, cerebro y alma de la selección de su país. Entonces se catalogó a Argelia como el pequeño Brasil, por su juego técnico y brillante, y sólo un escaso margen en su coeficiente le impidió pasar a la siguiente ronda.

El juego de Bellumi es muy similar al del francés Michel Platini. De ahí que a Bellumi se le haya apodado el Platini africano. Fue proclamado el mejor jugador de África en 1981, por lo que ese año recibió el Balón de Oro. Bellumi, a pesar de ser considerado la estrella más fulgurante del fútbol argelino, no ha querido emigrar, a diferencia de muchos de sus compatriotas, y sigue perteneciendo al Mascara, un equipo de Argel. "Es cierto que he tenido ofertas de clubes extranjeros. Pero estoy bien en el Mascara. La familia, mi mujer y mis tres hijos, y los amigos cuentan mucho para mí. Después de las dos lesiones sufridas, ningún club se ha vuelto a poner en contacto conmigo. Si después de este Mundial recibo alguna oferta seria, estoy dispuesto a aceptarla para realizarme como futbolista".

Ser estrella y descollar como figura tiene a veces su precio. Sometido a marcajes férreos y duros, dos entradas salvajes le produjeron graves lesiones. Bellumi sufrió la rotura de la tibia en marzo del pasado año, en el partido internacional que Argelia disputó en Trípoli, frente a Libia.

Lakdar Bellumi permaneció seis meses lesionado y realizó una concentración especial en un centro médico de Francia con el fin de recuperar toda su capacidad fisica. Pero desde entonces la estrella de Bellumi no volvió a brillar como lo hizo en el Mundial de España. El pasado 25 de octubre, en un encuentro de la Liga argelina, de nuevo le volvieron a romper la tibia de la misma pierna. Su recuperación se complicó esta vez con problemas de circulación en la pierna lesionada.

El jugador argelino confiaba en que el campeonato de México fuera su consagración como el mejorjugador africano, éxito capaz de abrirle las puertas del fútbol europeo y de asegurarle su futuro. Pero Bellumi ya no es el mago argelino del Mundial 82.