Becker, eliminado de Roland Carros por el sueco Pernfors

Mikael Pernfors, un sueco de 22 años que se ha formado tenísticamente en Estados Unidos, acabó ayer con el alemán occidental Boris Becker en los cuartos de final del torneo parisiense de Roland Garros. Pernfors, con un corte de pelo a cepillo que parece la versión humana del Manolito de Quino, ganó por 2-6, 6-4, 6-2 y 6-0. El sueco jugará en las semifinales contra el francés Henri Leconte, que venció al soviético Andrei Chesnokov por 6-3, 6-4 y 6-3.Perrifors, un graduado por la universidad de Georgia queha ganado dos veces el campeonato universitario de Estados Unidos, hizo ayer una nue...

Mikael Pernfors, un sueco de 22 años que se ha formado tenísticamente en Estados Unidos, acabó ayer con el alemán occidental Boris Becker en los cuartos de final del torneo parisiense de Roland Garros. Pernfors, con un corte de pelo a cepillo que parece la versión humana del Manolito de Quino, ganó por 2-6, 6-4, 6-2 y 6-0. El sueco jugará en las semifinales contra el francés Henri Leconte, que venció al soviético Andrei Chesnokov por 6-3, 6-4 y 6-3.Perrifors, un graduado por la universidad de Georgia queha ganado dos veces el campeonato universitario de Estados Unidos, hizo ayer una nueva demostración de que no siempre la fuerza es suficiente para ganar a la inteligencia. Literalmente arrasado en la primera manga, Pernfors esperó su momento, que le llegó en la segunda cuando, con 2-2 y 0-40 para Becker, ganó el juego e introdujo la duda en el cerebro del alemán. A partir de ese momento cambió el partido. Becker, irreflexivo, golpeaba a lo loco todas las bolas que le llegaban. Pernfors, desde el fondo, demostraba que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Hasta en 10 ocasiones atrajo a Becker a la red con dejadas para ridiculizarlo después con bolas cruzadas o paralelas. Pernfors, que se mueve con la rapidez de una ardilla, osó concluir su partido con un 6-0.

El otro semifinalista, para alegría de los franceses, será Henri Leconte. Es otra cabra loca, como Becker, pero, a los 22 años, casado y con hijos, parece haber llegado a una cierta madurez mental en su juego. Recién recuperado de una infección hepática, Leconte tiene menos cansancio psíquico que sus rivales. Ayer ganó al soviético Chesnokov por velocidad. Sacó muy fuerte y golpeó buscando las esquinas.

Hoy, en las semifinales femeninas, Martina Navratilova jugará contra Helena Sukova y Chris Evert ante Hanna Mandlikova.