Crítica:

Las superficies eróticas, caóticas, de Vadim

La crítica francesa elogió Juegos de amor a la francesa. Tras ese título tan comercial se esconde La ronde, nueva versión de Roger Vadim de un clásico del cine francés, realizado por Max Ophuls en 1950, a partir de una obra del vienés Arthur Schnitzler.La ronde cuenta varias historias con el amor como denominador común. El amor, los romances descarriados y las penas debieron interesar enormemente a Vadim para lanzarse a rehacer lo que ya estaba hecho. Lo malo del caso está en que mientras Ophuls, como siempre, condimentaba sus deliciosos ambientes y sus argumentos de foton...

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La crítica francesa elogió Juegos de amor a la francesa. Tras ese título tan comercial se esconde La ronde, nueva versión de Roger Vadim de un clásico del cine francés, realizado por Max Ophuls en 1950, a partir de una obra del vienés Arthur Schnitzler.La ronde cuenta varias historias con el amor como denominador común. El amor, los romances descarriados y las penas debieron interesar enormemente a Vadim para lanzarse a rehacer lo que ya estaba hecho. Lo malo del caso está en que mientras Ophuls, como siempre, condimentaba sus deliciosos ambientes y sus argumentos de fotonovela con una reflexión decadente sobre la sociedad y su poder corruptor, Vadim se queda caótico en las superficies, filósofo del erotismo sin filosofía.

Eso tampoco va a sorprender a nadie prevenido; Vadim toda su carrera ha nadado guardando muy bien las ropas y pasando por el liberal que no es: un sumo pontífice del romanticismo que esconde en sus entrañas al más moralista de los directores franceses contemporáneos. La carne aparente de sus filmes no es sino celofán de lujo que adornan con colores de clase alta y bella fotografía las historias que nos cuenta.

Juegos de amor a la francesa se emite a las 22.45 por TVE-1.

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