TENIS

El estadounidense Kriek, inesperado semifinalista de Roland Garros

El torneo de Roland Garros de 1986 es una auténtica locura. Eliminados Wilander, Nystroem, Edherg y Jarryd, ausentes McEnroe y Connors y retirado por lesión Noah, ayer se conocieron los primeros semirinalistas. Uno de ellos es el norteámericano de origen surafricano Johan Kriek. Ni él mismo podía creérselo. Kriek ganó al argentino Guillermo Vilas, de 34 años, por 3-6, 7-6, 7-6 y 7-6, en un partido que duró cuatro horas.

Cuando Johan Kriek, de 28 años, ganó el último punto se arrodilló lentamente y bajó la cabeza hasta esconderla entre sus manos. Era un gesto de incredulidad. Kriek, deci...

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El torneo de Roland Garros de 1986 es una auténtica locura. Eliminados Wilander, Nystroem, Edherg y Jarryd, ausentes McEnroe y Connors y retirado por lesión Noah, ayer se conocieron los primeros semirinalistas. Uno de ellos es el norteámericano de origen surafricano Johan Kriek. Ni él mismo podía creérselo. Kriek ganó al argentino Guillermo Vilas, de 34 años, por 3-6, 7-6, 7-6 y 7-6, en un partido que duró cuatro horas.

Cuando Johan Kriek, de 28 años, ganó el último punto se arrodilló lentamente y bajó la cabeza hasta esconderla entre sus manos. Era un gesto de incredulidad. Kriek, decimotercer cabeza de serie, partía como el mejor estadounidense en este torneo en ausencia de McEnroe y Connors. Pero nadie, ni siquiera él mismo, pensaba en1legar a las semifinales. La prueba es que este campeón del Open de Australia en 1981 y 1982, y uno de los máximos exponentes del juego de saque-volea no había pisado la tierra roja de Roland Garros desde 1979. Ahora está a sólo dos victorias de convertirse en el primer estadounidense que gana en París desde que Tony Trabert lo consiguió en 1955.Kriek no quería venir a París. Éste es un torneo que, como a muchos de sus compatriotas, no le gusta. Él explica que fue su mujer quien le convenció: "Sus amigas le dijeron que en París se pueden hacer muy buenas compras, y ella se encargó de convencerme", afirma Kriek. Quizá al señor Kriek, como a muchos maridos, no le guste acompañar a su mujer de compras, porque lo cierto es que sus repetidos triunfos y su forma de jugar le han impedido hasta ahora pasear por el centro de la ciudad con la tarjeta de crédito en la mano. Kriek salió ayer a la pista con toda la paciencia del mundo en su cerebro, y ganó a Vilas por eso. Fue un partido inesperado.

Hasta ahora Kriek había tenido un camino muy sencillo. Ganó al brasileño Kirmayr en tres sets; al checo Srejber, en cuatro, y al brasileño Mattar, en cinco. En octavos de final descansó porque el francés Noali, lesionado, no se presentó. Ayer sufrió por primera vez. Vilas es conocido en París como el líder de los cocodrilos. Es decir, los jugadores que se sitúan en el fondo de la pista y esperan todas las horas necesarias para ganar. Kriek ganó ayer a Vilas en su territorio.

"Esto es Disneylandia para mí", dijo Kriek. "Creía que mi carrera se estaba acabando, y cuando menos lo esperaba me relanza. Estoy viviendo un sueño". Alguien le preguntó si se arrepentía de no haber venido antes a París, y Kriek, un hombre con tanto humor como para tener una serpiente como mascota en el baño de su casa, contestó: "No, porque en estos años he hecho muchos progresos en esquí naútico".

Kriek, en teoría, no tiene ninguna posibilidad en semifinales ante el monstruo Lendl. Pero el checo no está en su mejor forma y ayer sufrió mucho ante Andrés Gómez hasta lograr encarrilar el partido en la muerte súbita del segundo set para ganar por 6-7, 7-6, 6-0 y 6-0. Ayer, en el torneo de dobles, Sergio Casal y Emilio Sánchez perdieron en cuartos de final ante los suecos Jarryd y Edberg, por 6-4 y 6-2.

En el torneo femenino, Martina Navratilova ganó a Katthy Rinaldi por 7-5 y 6-4, y jugará en semifinales contra la checa Helena Sukova, que venció a la niña Mary Joe Fernández, de 14 años, por 6-2 y 64.

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