Kelly se aleja medio minuto más de Pino por una caída

Álvaro Pino defiende al ataque su liderato en la Vuelta Ciclista a España cuando ésta se dirige hacia su final, el martes, en Jerez de la Frontera. Su ofensiva, la de su equipo, el Zor-BH, se produjo ayer cuando el irlandés Sean Kelly se cayó en el descenso de un puerto situado a nueve de la meta. Kelly, tercero en la general, no era una seria amenaza para Pino porque les separaban 4.24 minutos, pero ahora lo es menos todavía porque le puso 30 segundos más atrás. Demidenko logró el primer triunfo soviético.

La caída que sufrió Kelly fue una llamada para que Pino extreme sus precauciones...

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Álvaro Pino defiende al ataque su liderato en la Vuelta Ciclista a España cuando ésta se dirige hacia su final, el martes, en Jerez de la Frontera. Su ofensiva, la de su equipo, el Zor-BH, se produjo ayer cuando el irlandés Sean Kelly se cayó en el descenso de un puerto situado a nueve de la meta. Kelly, tercero en la general, no era una seria amenaza para Pino porque les separaban 4.24 minutos, pero ahora lo es menos todavía porque le puso 30 segundos más atrás. Demidenko logró el primer triunfo soviético.

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La caída que sufrió Kelly fue una llamada para que Pino extreme sus precauciones en las tres etapas que quedan. Los 33 segundos que le separan del escocés Robert Millar son una renta apreciable siempre que no ocurra ¡in despiste. Pino lo sabe y, por eso se muestra algo conservador.Pino y su equipo sólo atacaron ayer cuando jugaban con ventaja. El descenso de un alto en Benamádena, catalogado como de tercera categoría, fue peligroso y KeIly y el francés Laurent Fignon, entre otros, pagaron las consecuencias. El Código moral de los ciclistas les impide poner medios de distancia cuando alguien se ve detenido por una caída, pero el Zor-BH avivó el ritmo porque en el grupo de cabeza también estaba Millar y no había garantía de que los suyos no quisieran rentabilizar la desgracia de Kelly. No siempre se atienden las indicaciones, ni siquiera cuando éstas son oficiales, como sucedió, en Salobreña, cuando 18 corredores escapados continuaron su marcha pese a que los jueces quisieron neutralizarles al estar cortada la carretera por una manifestación.

Este incidente detuvo la etapa 12 minutos. Los vecinos de Salobreña quisieron hacer una protesta porque les pretenden quitar agua del río Guadalfeo para desviarla a Almería y se interpusieron con pancartas al paso de los corredores. La organización, que ya sabía de este hecho, intentó neutralizar la prueba antes de que los escapados llegaran donde estaban los manifestantes. Aquéllos no obedecieron las señales de los jueces, pero se vieron cortados metros más allá. Enrique Franco, director de la Vuelta, consiguió que los manifestantes depusieran su actitud -querían detener la carrera una hora- sin que intervinieran las fuerzas del orden, cuya mínima presencia en la jornada de ayer propició el caos al paso por Málaga y las localidades próximas. El tránsito de vehículos y corredores por la capital resultó temerario al permitirse al público que dejara libre tan sólo un estrecho pasillo.

En Málaga, a 30 kilómetros de la meta, fue donde Demidenko, Del Ramo y Gutiérrez alcanzaron su máxima ventaja, 13.05 minutos, ante la indiferencia del pelotón, ya que los tres se encontraban mal clasificados. El soviético ganó destacado porque fue el que menos se desgastó en la subida a Sierra Nevada. El pelotón no disputó el sprint. El francés Bondue, repescado junto con todos los que llegaron fuera de control el viernes, consiguió una ventaja apreciable en el último kilómetro. El colombiano Pacho Rodríguez, el jefe de filas del Zor-BH antes de que le desbancara Pino, no salió ayer. El día anterior había perdido 23.59 minutos y se encontraba ya a 35 de su compañero.

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