La federación obliga al uso de balones de una marca

Tres equipos de categoría nacional han visto cómo se les daba por perdidos encuentros al no utilizar el balón oficial, de la marca japonesa Molten. El Comité de Competición ole la Federación Española de Baloncesto aplica a rajatabla un artículo de las bases de. competición, el 1.16, que estipula que el equipo de categoría nacional -salvo Primera División- que no utilice balón Molten perderá el partido por 2-0, requisito que no fijan ni reglamento ni estatutos, que sólo obliga a a usar un balón homologado. En dos de los casos, árbitro y equipo contrario aceptaron que se jugara con un balón homo...

Tres equipos de categoría nacional han visto cómo se les daba por perdidos encuentros al no utilizar el balón oficial, de la marca japonesa Molten. El Comité de Competición ole la Federación Española de Baloncesto aplica a rajatabla un artículo de las bases de. competición, el 1.16, que estipula que el equipo de categoría nacional -salvo Primera División- que no utilice balón Molten perderá el partido por 2-0, requisito que no fijan ni reglamento ni estatutos, que sólo obliga a a usar un balón homologado. En dos de los casos, árbitro y equipo contrario aceptaron que se jugara con un balón homologado, pero de otra marca, hecho que no impidió la sanción.

El Club Baloncesto Coruña, de la Segunda División, derrotó al Trébol Covadonga por 83-75, en partido importante para asegurar la permanencia. No pudo utilizar balones de la marca citada puesto que, según un directivo del club, les robaron los que tenían y no habían recibido aún los dos balones a que tenían derecho. Ante esta imposibilidad, se habló con el colegiado y con el equipo contrario, ninguno de los cuales puso impedimento a que se jugara con un balón homologado, pero de otra marca, Mikasa con la que, casualmente, se juega en la Primera División. A los tres días del encuentro, una notificación del Comité de Competición comunicaba la pérdida del partido por el resultado de 20. Ese caso se ha repetido otras dos veces, según un miembro del Comité de Competición.La obligatoriedad de usar balón de una marca quedó reseñada en un artículo de las bases de competición introducido antes de empezar la presente temporada y sólo afectaba a todas las competiciones nacionales, salvo Primera División. La norma se justificó como un "cumplimiento del compromiso alcanzado entre esa firma y la FEB (Federación Española de Baloncesto) de cara al Mundobásquet 86".

Sin embargo, el contrato citado se firmó entre la FIBA (Federación Internacional de Baloncesto), representada por Raimundo Saporta, y Molten Corporation, fabricante japonés de balones. Molten sería el balón oficial del Mundial, el Comité Organizador recibía cerca de 22 millones de pesetas y, en una cláusula, existía un compromiso ambiguo de que dicha marca sería usada como balón oficial en las competiciones oficiales en España.

Curiosamente, la Primera División usa balón Mikasa, igual mente japonés, y la Federación obligaba por norma a su uso en otras categorías nacionales. El castigo se aplicó en el grado máximo, como falta muy grave, aun cuando no está contemplado este caso en el reglamento, el cual sólo considera falta muy grave la que motive la suspensión del encuentro.

Fuentes de la Federación se limitan a señalar que se han enviado circulares suficientes para que todos los equipos supieran a lo que se arriesgaban. Por otra parte, afirman que enviaron dos balones por equipo, que a la federación le costaba el precio político de 6.000 pesetas por balón, cuando al público su precio oscila entre 9.000 y 10.000 pesetas. El Club Baloncesto Coruña dice no haber recibido los balones estipulados, a pesar de que los reclamó por escrito en la federación coruñesa en diciembre.

Los balones Molten son distribuidos en España por la firma Carm Española, S.A. Un portavoz manifestó: "Hemos distribuido a la Federación todos los balones que habíamos acordado en el contrato". También confirmó que no existe otro contrato diferente que endurezca las obligaciones por parte de la Federación Española.