Crítica:

Los héroes de Chandler sobreviven

Así como Richard Lester, en Robí y Marian —vista hace un par de meses en el ciclo dedicado a la actriz Audrey Hepburn—, recaló en la figura legendaria de Robin Hood sazonándola de decrepitud pero observándola cariñosamente, así mismo se acerca Robert Benton al prototipo de detective que Dashiell Hammet o Raymond Chandler inmortalizaran con sus plumas. No es Sam Spade ni Marlowe su protagonista principal, pero sus rasgos corresponden a esa esfera, sólo que puesta bajo el signo de la veteranía, la vista cansada y el oído a media vela.

En ese estadio de homenaje y agria ...

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Así como Richard Lester, en Robí y Marian —vista hace un par de meses en el ciclo dedicado a la actriz Audrey Hepburn—, recaló en la figura legendaria de Robin Hood sazonándola de decrepitud pero observándola cariñosamente, así mismo se acerca Robert Benton al prototipo de detective que Dashiell Hammet o Raymond Chandler inmortalizaran con sus plumas. No es Sam Spade ni Marlowe su protagonista principal, pero sus rasgos corresponden a esa esfera, sólo que puesta bajo el signo de la veteranía, la vista cansada y el oído a media vela.

En ese estadio de homenaje y agria ironía, El gato conoce al asesino es un filme de notable interés, bien engrasado y rico en detalles. Su trama traza, como en el mejor cine negro, laberintos, pistas falsas y complejas situaciones: al caso de un gato amado que hay que recuperar se añade el de un asesinato misterioso y, entre uno y otro, los denominadores comunes se complementan se enriquecen.

Siluetas de fondo

Pero las piedras preciosas del género tienden a acariciar levemente la anécdota de base y a prestar mayor atención a cuanto la rodea. Robert Benton, apoyado en una interpretación sobresaliente del viejo Art Carney en el papel principal, recrea su fauna con ejemplar sabiduría en la observación: Eugene Roche, haciendo un obeso hombre de sucios negocios, o la espléndida Joanna Cassidy, luciendo unas formas clásicas, las de Verónica Lake o Lauren Bacall, son, á este respecto, siluetas de fondo de importancia vital que no sólo subrayan la historia sino que casi la hacen ellas mismas.

Producida por Robert Altman en 1977 (Altman. había hecho poco antes una peculiar adaptación de Raymond Chandler: El largo adiós), El gato conoce al asesino es el segundo largometraje de Robert Benton, hoy célebre cineasta gracias a conocidos títulos como Kramer contra Kramer o En un lugar del corazón y siempre excelente guionista (Bonnie y Clyde, El día de los tramposos. Superman...).

En su modestia, en su asumida falta de pretensiones, el filme redimensiona las posibilidades del cine negro y proporciona al aficionado (hay que serlo: los private jokes juegan siempre duro en estos casos) un agradable motivo de complicidad. Tras su paso fugaz por nuestras carteleras — aun llegando tras el éxito de Kramer contra Kramer—, hoy vive su segunda oportunidad.

El gato conoce al asesino se emite hoy, a las 21.15, por TVE-1.

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