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El Madrid vuelve a suspender en una salida europea

ENVIADO ESPECIALEl Real Madrid sigue sin pasar su reválida europea lejos del Bernabéu. El equipo de Luis Molowny no aprueba porque únicamente sale pendiente de intentar controlar al contrario y no trata de imponer su propio estilo. Perdió ayer en Milán como ya lo había hecho en Atenas, Düsseldorf y Neuchâtel y ahora volverá a confiar en su talismán del Bernabéu para intentar resolver a su favor otra eliminatoria sólo para creyentes, aunque, eso sí, esta vez un 2-0 le bastará. Un rápido gol de Tardelli abrió el camino del triunfo del Inter y una torpeza de Salguero lo cerró. Camacho y Michel fu...

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ENVIADO ESPECIALEl Real Madrid sigue sin pasar su reválida europea lejos del Bernabéu. El equipo de Luis Molowny no aprueba porque únicamente sale pendiente de intentar controlar al contrario y no trata de imponer su propio estilo. Perdió ayer en Milán como ya lo había hecho en Atenas, Düsseldorf y Neuchâtel y ahora volverá a confiar en su talismán del Bernabéu para intentar resolver a su favor otra eliminatoria sólo para creyentes, aunque, eso sí, esta vez un 2-0 le bastará. Un rápido gol de Tardelli abrió el camino del triunfo del Inter y una torpeza de Salguero lo cerró. Camacho y Michel fueron los mejores madridistas y Valdano no podrá jugar el partido de vuelta por acumulación de amonestaciones.

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El Madrid recibió un gol a los 50 segundos y tardó media hora en colocarse sobre el césped del viejo San Siro. El tanto de Tardelli, que sorprendió, sobre todo, a Juanito, que había perdido de vista en tan corto período de tiempo al jugador que entraba por su zona, contribuyó de manera decisiva a aumentar el evidente descontrol con que el Madrid encaró el encuentro.

Molowny, con el aceptable propósito de frenar al Inter, dispuso a su equipo con un marcaje individual que en los primeros 30 minutos no sirvió más que para llevar sobresaltos y despistes a los jugadores blancos. Fue un error monumental de salida la colocación de Juanito como director del juego, pues no compensé con sus pases su alarmante debilidad para cerrar huecos.

El Madrid apenas sostuvo entonces esos difíciles momentos gracias a la seriedad y experiencia defensiva de Camacho, al talento de Michel, a la movilidad de Hugo Sánchez y a las marrullerías de Valdano, que entendió desde el principio cómo había que responderle al Inter. Un buen disparo de Michel se fue al travesaño de la portería de Zenga y el Inter comenzó a perder fuerza. La decisión, sobre la marcha, de que Michel y Gordillo no cambiasen nunca de zona fue un factor que contribuyó a arreglar los descosidos del Madrid, que, así, acabó la primera mitad con mejor tono y tan sólo con los apuros de Salguero para frenar al pujante Altobelli.

No pudo comenzar con peor fortuna la segunda parte para el Madrid, que volvió a recibir otro rápido gol de Tardelli, ni con peor acierto para Molowny, que sólo modificó su estrategia con los dos tantos en contra. Así, se decidió, aunque tarde, a cambiar al desafortunado Juanito por Martín Vázquez y a dejar la dirección del conjunto a quien debía haberla asumido desde el principio, Michel.

El oportuno gol de Valdano casi no pudo saborearse porque enseguida llegó la torpeza de Salguero y, con ella, el tercero del Inter, que otra vez deja una eliminatoria sólo apta para la fe de los seguidores madridistas.

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