La directiva del Athlétic sanciona económicamente a Clemente y le abre expediente disciplinario

La junta directiva del Athlétic, emplazada por el entrenador del club, Javier Clemente, a tomar cartas en el contencioso que lo opone al jugador Sarabia, estuvo reunida durante todo el día de ayer y acordó sancionar económicamente al técnico por considerar que se había arrogado competencias que no le correspondían y por haber incumplido acuerdos anteriores. La junta acordó también abrir un expediente disciplinario tendente al esclarecimiento definitivo de los hechos, a cuyo fin será creada una comisión especial. Clemente, que no cree haber incumplido los pactos, al haber tratado sólo asuntos t...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La junta directiva del Athlétic, emplazada por el entrenador del club, Javier Clemente, a tomar cartas en el contencioso que lo opone al jugador Sarabia, estuvo reunida durante todo el día de ayer y acordó sancionar económicamente al técnico por considerar que se había arrogado competencias que no le correspondían y por haber incumplido acuerdos anteriores. La junta acordó también abrir un expediente disciplinario tendente al esclarecimiento definitivo de los hechos, a cuyo fin será creada una comisión especial. Clemente, que no cree haber incumplido los pactos, al haber tratado sólo asuntos técnicos, no personales, efectuó unas declaraciones en las que afirmó que no volvería a alinear al jugador. Sarabia mantiene su postura de silencio.

El caso no sólo apasiona a la afición bilbaína sino que se está convirtiendo en frontera de delimitación entre sectores bien significados de la actual sociedad vasca. Actualmente, ser sarabista o clementista constituye el principal rasgo de definición psicológica de cada ciudadano de Euskadi. Desde ayer, la balanza se ha inclinado favorablemente al jugador, que ha mantenido hasta ahora una actitud prudente y que prefiere seguir haciéndolo. Tras conocer la sanción a Clemente, Sarabia no quiso hacer declaraciones y manifestó solamente que se encontraba muy descentrado.José María Arrate, portavoz de la directiva del Athlétic, se limitó a decir sobre la sanción económica a Clemente, que "será cuantiosa". El entrenador bilbaíno tiene contrato en vigor hasta junio de 1988.

Manolo Sarabia, Javier Clemente y una comisión integrada por los jugadores Dani, Núñez, Urtubi y Noriega comparecieron ayer, en este orden, ante la junta directiva, que recabó datos complementarios sobre el asunto: acusación de Clemente de indisciplina táctica de Sarabia en el partido de Las Palmas, relaciones personales en el seno de la plantilla y otros.

Sarabia, fiel a la línea de discreción a toda costa que parece haberse marcado, se negó también en ese momento a revelar el contenido de la conversación y se limitó a afirmar que "ahora todo está en manos de la directiva". Clemente, por su parte, se ratificó en su conocida posición, afirmó estar convencido de tener "absolutamente razón" y negó la posibilidad de un reconsideración: "cuando digo blanco es blanco". El capitán, Dani, también se negó a comentar el asunto, aunque admitió que, según cuál fuera la decisión adoptada, no se descarta que los jugadores se reúnan después para estudiar la posibilidad de pronunciarse públicamente sobre la situación creada.

Por su parte, las peñas del Athlétic dirigieron ayer una carta abierta al presidente del club, Pedro Aurteneche, en la que exigían urgentemente informes y que solvente la situación, demostrando que "quien manda y dirige es la junta" que él preside.

Por lo que se supo ayer, entre los aspectos que valoró la directiva para demostrar "quién manda y dirige" en el Athlétic figuró el grado de cumplimiento por parte de entrenador y del jugador del pacto con que se zanjó en octubre pasado, y tras la mediación de la propia junta, el episodio iniciado con la declaración de Clemente, según la cual la opción era o Sarabia o él, es decir, la valoración del respectivo cumplimiento del acuerdo de que ninguno de los dos haría manifestaciones contra el otro y que ambos tratarían de resolver mediante el diálogo cualquier divergencia, antes de que trascendiera.

De ahí que si, como afirma Clemente, el origen de su decisión es la indisciplina de Sarabia en el partido de Las Palmas, parezca necesario aclarar si el entrenador hizo saber a su delantero su descontento, cuestión que será analizada por esa comisión encargada del expediente que ahora se abre. Clemente mantuvo ayer, aunque confesó que podía haberse equivocado, que él no se refirió a Sarabia más que en el plano estrictamente profesional, sin entrar en el terreno personal, por lo que no creía haber incumplido el pacto.

Archivado En