Un miembro del COE denuncia "maniobras poco reglamentarias"

Pedro Walch, presidente de la Federación Española de Salvamento y Socorrismo, ha enviado una carta a todos los miembros del Comité Olímpico Español (COE) en la que denuncia "maniobras poco reglamentarias" en el transcurso de la última asamblea celebrada. Walch había presentado una carta que recogía inexactitudes de las actas y que fue silenciada en la asamblea. Además, en la misma, el presidente, Alfonso de Borbón, le negó la palabra.Walch no duda en calificarse "como el último títere del COE, y por eso no tendré reparo alguno en presentar mi próxima dimisión como miembro si no se arreglan las...

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Pedro Walch, presidente de la Federación Española de Salvamento y Socorrismo, ha enviado una carta a todos los miembros del Comité Olímpico Español (COE) en la que denuncia "maniobras poco reglamentarias" en el transcurso de la última asamblea celebrada. Walch había presentado una carta que recogía inexactitudes de las actas y que fue silenciada en la asamblea. Además, en la misma, el presidente, Alfonso de Borbón, le negó la palabra.Walch no duda en calificarse "como el último títere del COE, y por eso no tendré reparo alguno en presentar mi próxima dimisión como miembro si no se arreglan las cosas. Cada vez que se plantea algún tema no agradable, el asunto se soslaya o silencia utilizando como argumento el supremo interés de Barcelona 92".

El presidente de la Federación Española de Salvamento y Socorrismo había escrito una carta al secretario del COE, Jaime San Román, en la que manifestaba su desacuerdo con la redacción del acta de la última asamblea. Además de señalar que algunas manifestaciones habían sido desvirtuadas, otras habían sido eludidas.

En la carta dirigida posteriormente por Walch a los miembros del COE denuncia que el presidente y el secretario de este organismo le habían rogado que en aras de una especial convivencia pacífica para la siguiente asamblea no insistiera sobre el tema. Walch confiesa: "No advirtí que se me podría estar solicitando discreto silencio para lograr un definitivo silenciamiento de mi escrito, máxime cuando se me aseguró que los temas a que aludía serían tratados en asuntos varios".

En este capítulo, el presidente negó la palabra a Pedro Walch, y éste entiende por ello que debe romper el pacto de silencio "que previamente se me solicitó". A continuación envió la carta a todos sus compañeros, en la que resume: "Al no ser versado en leyes, no puedo calificar estas actitudes en términos jurídicos, pero, en lenguaje coloquial, considero que merece una calificación, no por benévola menos clara: maniobra poco reglamentaria".

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