Los organizadores del Mundial rechazan que los precios sean abusivos

Los organizadores de la fase final del Campeonato Mundial de fútbol de México, en 1986, y las cadenas de radio y televisión europeas mantenían abierto ayer, al mediodía, el conflicto sobre los precios de los servicios, que la Unión Europea de Radiodifusión (UER) considera abusivos, lo que rechaza categóricamente el hombre fuerte del comité organizador, el mexicano Guillermo Cañedo.En una breve conversación con el corresponsal de este periódico, Cañedo dijo, a las once de la mañana, hora local (seis de la tarde, hora peninsular), que esperaba tener una reunión con los representantes de l...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Los organizadores de la fase final del Campeonato Mundial de fútbol de México, en 1986, y las cadenas de radio y televisión europeas mantenían abierto ayer, al mediodía, el conflicto sobre los precios de los servicios, que la Unión Europea de Radiodifusión (UER) considera abusivos, lo que rechaza categóricamente el hombre fuerte del comité organizador, el mexicano Guillermo Cañedo.En una breve conversación con el corresponsal de este periódico, Cañedo dijo, a las once de la mañana, hora local (seis de la tarde, hora peninsular), que esperaba tener una reunión con los representantes de la UER en el curso del día de ayer, "pero la palabra 'abusiva' no se usa en nuestro lenguaje. Nosotros no somos abusivos. Habrá otras gentes que lo sean, pero nosotros no". Las televisiones europeas habían decidido boicotear el sorteo de mañana y renunciar a comentario desde las instalaciones previstas por la organización del Mundial, en señal de protesta por los precios. Esto significaría que, si no se llegase a un acuerdo, los comentarios de radio y televisión se harían desde los estudios centrales de las estaciones emisoras en vez de hacerse desde el lugar del sorteo.

Esto forma parte del tira y afloja por los precios. Joaquín Díaz Palacios, de Radio Nacional de España, declaró que Teleméxico quiere cobrar a los comentaristas de radio 3.200 dólares (casi medio millón de pesetas) por cada puesto de comentarista para cada uno de los encuentros del Mundial. Y no serían los mejores porque éstos saldrían a 4.600 dólares (más de 700.000 pesetas).

Además, Teleméxico pide 1.200 dólares (185.000 pesetas) por metro cuadrado por el alquiler de espacio para los estudios en el centro emisor del Mundial para todo el campeonato. Para un estudio mínimo se necesitan 24 metros cuadrados, lo que significaría un costo de unos 44 millones de pesetas por el alquiler del estudio, vacío, durante el mes que dura el Mundial de México. Según Julián García Candau, jefe de deportes de TVE, para televisión, el costo de un estudio, alquiler y mobiliario alcanzaría los 100 millones.

Teleméxico es una sociedad formada por la cadena privada de televisión mexicana Televisa, que tiene el 75% del capital, y por el canal estatal de televisión de México, que ostenta el 25% restante en la sociedad.

Periodistas de Televisa comentaron que los precios son caros, pero están en relación con el servicio prestado en un centro de Prensa moderno y con todos los adelantos de la técnica. También añadieron como argumento que en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 84, en los que el servicio fue muy inferior, los precios fueron también muy altos.

En la Prensa mexicana se publicó días atrás que la UER pretendía hacer el negocio revendiendo luego a otros países de Asia y África. Díaz Palacios rechazó categóricamente esta posibilidad y criticó el argumento de Cañedo de que no podía darse una rebaja en los precios porque el caso había sido tratado en la Prensa mexicana y esto le impedía ahora ceder en su pretensión, para no perder la cara ante la opinión pública.

Archivado En