Butragueño, pitado por primera vez en el Bernabéu

El Madrid goleó al Celta gracias a una racha de buen juego que duró poco más de cinco minutos. El partido, vivido por parte del público y los jugadores blancos con la mente puesta en el del próximo miércoles, ante el Borussia, sólo satisfizo a ratos. Dio la alegría de ver a un Santillana que se mantiene en forma, a pesar de la suplencia, pero dejó dudas. Butragueño anda mal, tanto que fue abroncado por primera vez; Sanchis resultó lesionado, Martín Vázquez introdujo mucha confusión cuando salió y, en general, se notó en el equipo madridista una falta de seguridad en las acciones propias que re...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Madrid goleó al Celta gracias a una racha de buen juego que duró poco más de cinco minutos. El partido, vivido por parte del público y los jugadores blancos con la mente puesta en el del próximo miércoles, ante el Borussia, sólo satisfizo a ratos. Dio la alegría de ver a un Santillana que se mantiene en forma, a pesar de la suplencia, pero dejó dudas. Butragueño anda mal, tanto que fue abroncado por primera vez; Sanchis resultó lesionado, Martín Vázquez introdujo mucha confusión cuando salió y, en general, se notó en el equipo madridista una falta de seguridad en las acciones propias que resulta inquietante. El Celta salió agrupado atrás, cediendo metros en la media y dispuesto a explotar los nervios y las imprecisiones del Madrid, cuyos jugadores más importantes están fuera de forma quizá no por problemas físicos, sino por falta de confianza y seguridad. Pero estaba el partido todavía poco más que en su fase de tanteo cuando el Celta se quedó con diez. Y, si hasta ese momento sus posibilidades de hacer algo, apoyadas en las acciones aisladas de Baltazar, eran escasas, a partir de ese instante desaparecieron. Ya sólo cabía esperar a que fuera capaz de impedir el gol madridista.

Pero el gol llegó, antes del descanso, en una de tantas jugadas en las que, a falta de otro recurso, el Madrid abrió el balón para Gordillo y el centro de éste acabó en tanto de Juanito, previa cesión de cabeza de Maceda, que se había incorporado al ataque. Gordillo es el recurso del Madrid cuando no encuentra otras fórmulas de ataque y quizá se abusa demasiado de él. El sevillano, que se ofrece generosamente para ir al fondo a buscar cualquier lanzamiento por su banda y convertir un balón perdido en un pase peligroso sobre el área, acaba agotado casi todos los partidos. Ayer no fue la excepción y fue sustituido.

Descartada toda posibilidad del Celta a raíz de ese primer gol, hubo ocasión de mirar con lupa al Madrid, que espera al Borussia con la lejana esperanza de añadir a su historia una heroicidad más. Lo primero que se vio es que Butragueño anda muy confuso, más que nunca; tanto que falló dos ocasiones claras de gol y, por primera vez desde que se incorporó al equipo, el público le abroncó. La segunda nota negativa la reclamó para sí Martín Vázquez, desorientado.

Como notas positivas hay que destacar las actuaciones de Juanito, que se alineó por enfermedad de última hora de Valdano y que, a falta de otras virtudes, aguantó en punta, esperando el balón, e intervino a veces con acierto y, sobre todo, de Santillana, bien de forma y colocación a pesar del tiempo que lleva en el banquillo. Cabeceó un gol y facilitó otro.

Con lo que el Madrid tenía sobre el tapete y gracias a una corta racha de inspiración llegaron en cinco minutos los tantos que completaron la goleada y abrieron un leve margen de esperanza para el partido del miércoles. Pero el encuentro dejó un saldo negativo: Sanchis, espléndido de forma, sufrió una lesión muscular y se teme que pueda ser baja ante el Borussia, con lo que se uniría a las de Chendo, Gordillo y Hugo Sánchez, sancionados.

Archivado En