Recopa de baloncesto

El Joventut desafió en Moscú la estadística del juego

La estadística en el juego resultaba tan desfavorable para el Joventut que estaba cantado que perdería el partido. Tener una inferioridad medida en 25 rebotes y 15 lanzamientos menos que el rival y con un porcentaje raquítico de aciertos (40%) era un dato que, en la matemática del baloncesto, resultaba concluyente. El TSSKA pudo así hacerse con una ventaja inapelable jugando discretamente.El Joventut dejó pasar demasiado tiempo para intentar controlar el partido, justo lo contario de lo que debe hacerse ante este tipo de rivales de juego frío y constante. Demasiados jugadores simularon sentirs...

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La estadística en el juego resultaba tan desfavorable para el Joventut que estaba cantado que perdería el partido. Tener una inferioridad medida en 25 rebotes y 15 lanzamientos menos que el rival y con un porcentaje raquítico de aciertos (40%) era un dato que, en la matemática del baloncesto, resultaba concluyente. El TSSKA pudo así hacerse con una ventaja inapelable jugando discretamente.El Joventut dejó pasar demasiado tiempo para intentar controlar el partido, justo lo contario de lo que debe hacerse ante este tipo de rivales de juego frío y constante. Demasiados jugadores simularon sentirse impresionados por la aureola del rival y también demasiados anduvieron perdidos en las iniciales acciones defensivas, buscando al hombre que debían marcar.

Tantos descuidos propiciaron que el equipo soviético dominara el marcador de forma sencilla. AL contrario que su rival, el TSSKA cambió de zona a individual para provocar el desconcierto entre los españoles. La conclusión fue que el Joventut tiraba mal, defendía sin agresividad y sus jugadores se encontraban descolocados y en inferioridad para el rebote

Esta circunstancia permitió que el TSSKA, aun no tirando bien, se acercara muy pronto a una ventaja de 20 puntos. Sólo en una ocasión, en la primera parte, se registró un atisbo de reacción. En minuto y medio, el Joventut había pasado de perder por 16 puntos a perder por 6, coincidiendo con un estado de agresividad de todo el conjunto. En esas circunstancias importantes, una mala racha de Margall, quien falló sus primeros nueve lanzamientos a canasta, y unos rebotes perdidos propiciaron otra rápida escapada de los soviéticos, que llegaron al descanso con 20 puntos de ventaja (60-40).

De los jugadores españoles sólo Jiménez y Montero pusieron un porcentaje serio, el segundo con las únicas acciones positivas desde la línea de 6,25 metros. Los dos norteamericanos estuvieron descolocados y abrumados. Miguel Nolis, el técnico del Joventut, estimó que se habían dejado impresionar por la estatura de los rivales.

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