El Spórting marcó tras la expulsión de Jordao

El gol de Meade, un sobrero con mucha casta que había sustituido al ayer apagado Manuel Fernandes, enfrió los ímpetus del Athlétic, que, con 2-0 en el marcador y frente a un rival en inferioridad por la expulsión de Jordao, buscaba ya apuntillar. El valor doble que, en caso de empate global, se otorga a los tantos logrados en campo contrario multiplica el peso de ese gol marcado a falta de 18 minutos. Los estoques están en alto para el encuentro de vuelta, el día 11, en Lisboa.El Spórting es un equipo muy técnico. Si ayer no pudo traducir en el marcador su superior calidad fue porque el Atléti...

El gol de Meade, un sobrero con mucha casta que había sustituido al ayer apagado Manuel Fernandes, enfrió los ímpetus del Athlétic, que, con 2-0 en el marcador y frente a un rival en inferioridad por la expulsión de Jordao, buscaba ya apuntillar. El valor doble que, en caso de empate global, se otorga a los tantos logrados en campo contrario multiplica el peso de ese gol marcado a falta de 18 minutos. Los estoques están en alto para el encuentro de vuelta, el día 11, en Lisboa.El Spórting es un equipo muy técnico. Si ayer no pudo traducir en el marcador su superior calidad fue porque el Atlétic, inspirado o no, es siempre un equipo muy incómodo. Firme en defensa con el regreso de De Andrés y la entrada de Núñez por Liceranzu, se adelantó con una genialidad de Sarabia. Después cedió terreno buscando sorprender a la contra, pero le faltó velocidad y no le sobró acierto. Sousa, el mejor hombre sobre el terreno, puso en marcha la máquina portuguesa lanzando una y otra vez al extremo Manuel Jorge, mal marcado, que protagonizó varias peligrosas incursiones, aunque tampoco puede decirse que llegaran a producirse ocasiones claras..El campo, encharcado, no favoreció las triangulaciones de los visitantes, pero tampoco sacó fruto el Athlétic de los envíos largos de Goikoetxea.

Julio Salinas marcó nada más salir y, ya con 2-0 y a la ofensiva, el Athlétic hizo concebir esperanzas a la catedral Pero el tanto de Meade, un jugador que tiene quinta velocidad, hizo cundir el pánico en las gradas. Los últimos minutos fueron de neta superioridad portuguesa, aunque la mejor ocasión fue incomprensiblemente desperdiciada por Argote tras un balón que Salinas había logrado robar sobre la misma raya para ceder al extremo el honor del descabello. Pero no hubo tal. Todo quedó aplazado para dentro de dos semanas.