BALONCESTO

Malos tiempos paro los Knicks, el equipo de Pat Ewing en la NBA

La segunda semana de jornadas para la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA) dejó en su camino un par de víctimas. Primero, el estelar Michael Jordan, de los Chicago Bulls, se lesionó, con una fractura de pie que le tendrá inactivo seis semanas; segundo, los Knicks de Nueva York siguieron con su racha de derrotas.

Hablar de los Knicks es hablar de Patrick Ewing. La vida bendijo a Ewing con un cuerpo de 2,13 metros, con una fogosidad atlética sin igual y la cotización más alta en la historia para un novato de la NBA. Pero su fichaje con los Knicks no le ha abierto los portones del paraí...

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La segunda semana de jornadas para la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA) dejó en su camino un par de víctimas. Primero, el estelar Michael Jordan, de los Chicago Bulls, se lesionó, con una fractura de pie que le tendrá inactivo seis semanas; segundo, los Knicks de Nueva York siguieron con su racha de derrotas.

Hablar de los Knicks es hablar de Patrick Ewing. La vida bendijo a Ewing con un cuerpo de 2,13 metros, con una fogosidad atlética sin igual y la cotización más alta en la historia para un novato de la NBA. Pero su fichaje con los Knicks no le ha abierto los portones del paraíso.Ewing se encuentra rodeado con lo que amenaza ser la peor plantilla en la historia de la Liga, y, como Dante, tendrá que caminar largo y lejos para salir de este infierno. El equipo ha perdido los primeros cinco partidos y ahora lleva desde la temporada pasada 17 jornadas seguidas sin vencer.

Simplemente, los bases no encestan, los aleros no rebotean y los jugadores que pueden hacerlo están lesionados o sin fichar, entre ellos Bill Cartwrigtht, quien volvió hace poco a fracturarse el pie izquierdo, y Bernard King, que era el mejor anotador de la Liga cuando se lastimó la rodilla en marzo.

El récord de derrotas seguidas es de 24, establecido por los Cleveland Cavaliers en 1982, al final, de una temporada y comienzos de la otra. Sin embargo, para los cínicos no es cuestión de si los Knicks pueden mejorar esa marca perversa, sino evitar perder 82 en línea, o sea una temporada completa.

El sábado en Los Ángeles los Clippers cometieron 32 errores con el balón, y todavía vencieron a los Knicks, 103-95. La noche siguiente, cuando jugaron contra los Portland Trail Blazers, dos jugadores se lesionaron, dos resultaron eliminados por faltas y uno fue expulsado por empujar a un árbitro. Los Knicks acabaron con siete jugadores disponibles y otra derrota (110-96).

En siete partidos de pretemporada, Ewing cometió 36 faltas en 162 minutos. Fue eliminado tres veces y en dos ocasiones estuvo involucrado en broncas con expulsión.

En la segunda de las riñas se lastimó el codo izquierdo y desde entonces ha jugado con protección. En parte por ello y por la sanción de 1.500 dólares (unas 240.000 pesetas) que le impuso la Liga, se ha comportado regular desde que comenzó la temporada. Anotó 27 puntos en dos partidos seguidos y ha sido el único de los Knicks en dar la cara.

Pero sus esfuerzos no han servido para cambiar la suerte del equipo. Los Knicks tienen fama de indecisos e incompetentes.

Un jugador importante del año pasado, el alero Louie Orr, no ha fichado por cuestiones de dinero, y eso que Ewing ganará 17 millones de dólares (unos 2.720 millones de pesetas) en los próximos seis años.

El director del equipo, Dave De Busschere, fue una de las estrellas cuando los Knicks ganaron sus únicos dos campeonatos en 1971 y 73. Pero como gerente no ha tenido nada de éxito. Él y el médico Norman Scott fueron los que decidieron recompensar a Cartwright con un contrato garantizado de dos millones de dólares (unos 320 millones de pesetas) a pesar de un historial lleno de lesiones, y ahora es posible que el pivote de 2,13 nunca vuelva a jugar.

Entre todo esto, Ewing se mantiene callado y alejado. Recientemente se encontró por casualidad con un periodista en el pasillo y cuando el hombre le saludó con una pregunta dijo: "Esto suena a una entrevista"; y se marchó.

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