Karpov presenta una demanda contra un periodista alemán occidental

Un nuevo hecho conflictivo, por si sus problemas deportivos no fueran suficientemente preocupantes -a falta de cuatro partidas para que concluya el Mundial de ajedrez pierde por nueve puntos a once-, ocupa en las últimas semanas la mente del soviético Anatoli Karpov. El campeón ha presentado una demanda de 75 millones de pesetas contra un periodista. En el trasfondo se vislumbra una evasión de divisas. Hoy se juega la 21ª partida del campeonato.A través de su abogado alemán occidental, Wolker Christ, Karpov ha presentado una demanda de 75 millones de pesetas contra el periodista de esa naciona...

Un nuevo hecho conflictivo, por si sus problemas deportivos no fueran suficientemente preocupantes -a falta de cuatro partidas para que concluya el Mundial de ajedrez pierde por nueve puntos a once-, ocupa en las últimas semanas la mente del soviético Anatoli Karpov. El campeón ha presentado una demanda de 75 millones de pesetas contra un periodista. En el trasfondo se vislumbra una evasión de divisas. Hoy se juega la 21ª partida del campeonato.A través de su abogado alemán occidental, Wolker Christ, Karpov ha presentado una demanda de 75 millones de pesetas contra el periodista de esa nacionalidad Helmut Jungwierth, a quien fuentes occidentales consideran como antiguo amigo de Karpov y administrador de sus negocios en la República Federal de Alemania.

Según varios medios de comunicación occidentales, Karpov suscribió en 1978 un contrato de publicidad para promocionar los productos de la firma Novac, de ordenadores, con sede en Hong Kong. Tres años después, los beneficios de Karpov habían ascendido a 75 millones de pesetas, que debían ser administrados por Jungwierth.

Cuando Karpov pidió explicaciones sobre el destino del dinero, Jungwierth negó primeramente que lo hubiera recibido; luego admitió que sí, pero asegurando que lo había invertido en la colección de sellos del campeón mundial, considerada como extraordinaria, y otros gastos relacionados con los intereses de Karpov.

De momento, ninguna autoridad deportiva soviética ha querido pronunciarse, tal vez para no aumentar la presión que sufre Karpov actualmente.