Juanito, entre el banquillo y la amenaza del quirófano

Juanito ha pasado de la decepción del banquillo a la amenaza del quirófano. "Estoy asustado. Sé que estas molestias que tengo pueden llevar algo más. Quizá tenga roto el cuerno posterior del menisco". Juanito cumple 31 años el 10 de noviembre, lleva nueve en el Real Madrid y es consciente de que estas lesiones, de confirmarse, suponen un peligro "porque" recuerda, "ya no tengo 24 años". A Juanito, le asaltan aún las dudas del alcance de su lesión, de una recuperación difícil si tuviera que operarse y de un futuro incierto: "En estos equipos cada día te exigen más, aunque estoy mentalizado para...

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Juanito ha pasado de la decepción del banquillo a la amenaza del quirófano. "Estoy asustado. Sé que estas molestias que tengo pueden llevar algo más. Quizá tenga roto el cuerno posterior del menisco". Juanito cumple 31 años el 10 de noviembre, lleva nueve en el Real Madrid y es consciente de que estas lesiones, de confirmarse, suponen un peligro "porque" recuerda, "ya no tengo 24 años". A Juanito, le asaltan aún las dudas del alcance de su lesión, de una recuperación difícil si tuviera que operarse y de un futuro incierto: "En estos equipos cada día te exigen más, aunque estoy mentalizado para seguir luchando".

Juanito se lesionó el pasado miércoles en un entrenamiento. Realizaba unos ejercicios de multisaltos con vallas y, al caer en uno de ellos, al fijar la pierna izquierda en el suelo, notó que se le enganchaba. "No se me ha inflamado mucho, pero me duele bastante".Los futbolistas, en general, suelen darse cuenta del auténtico alcance de sus lesiones. Juanito no es la excepción, aunque sus palabras, a primera hora de la mañana de ayer, reflejaban un mayor grado de pesimismo que las expuestas luego por los responsables del cuerpo médico del club. "No es que sea pesimista, sino realista", afirma Juanito. "Sé que estas molestias pueden traerme algo grave, quizá en el menisco. El doctor Herrador va a esperar al lunes para comprobar cómo evoluciona; si el dolor ha desaparecido y no noto sensación de estabilidad, es posible que se haga una artroscopia para ver si es algo que operar".

Los médicos del Madrid prefieren ser cautos y aguardar al desarrollo del "esguince de rodilla" del jugador, que ayer confesaba: "Estoy asustado, la verdad. No tengo miedo a una dura recuperación, si mis temores se confirman, aunque en estos equipos cada día te exigen más. Nunca me habré entrenado tan fuerte como ahora, como en esta temporada, y eso lo pueden decir los técnicos. Pero lesiones así no da igual cogerlas con 24 o 25 años que con 31".

El jugador malagueño, que ha ganado tres títulos de Liga y dos de Copa con el Madrid y ha sido 34 veces internacional absoluto, nueve juvenil y dos aficionado, ha pasado dos veces por el quirófano: por una rotura de muñeca, a los 15 años, y por otra de menisco, a los 16, cuando estaba en los juveniles del Atlético de Madrid. "Pero he tenido siempre escayolas por todo el cuerpo. Soy el rey de las escayolas"

Y ha sido el amo de las polémicas. Él lo sabe, lo asume. Y por eso se ha visto envuelto en conflictos de toda índole. Ahora no es la excepción. Juanito une al problema de la, por el momento, amenaza del quirófano la espina clavada desde hace varias semanas: Juanito comenzó como titular la temporada y fue apartado, recalca, "con el equipo de líder, con siete puntos y tres positivos y 10 goles marcados".

Tácticamente, su salida del conjunto se produjo como consecuencia de lo que Luis Molowny, el entrenador, entendió como una falta de acuerdo entre Juanito y Gallego en el centro del campo y para encontrar un cabeceador a los centros de Gordillo. Molowny dio paso a Valdano, que cuando baja a la media lo hace en funciones de apoyo defensivo, sin invadir la zona ni la tarea de Gallego, en el criterio del técnico, y que combina esa misión con subidas al área en busca de posiciones de remate.

Pero la espina ha ido profundizando en la mente de Juanito día a día, desde el partido de Zaragoza, en el que Molowny le relegó al banquillo. "Gracias a que esta situación me ha pillado con casi 31 años...".

Para Juanito esto no tiene más que un significado: "Con algunos años menos, posiblemente habría tenido una revoletina en el coco". Ni siquiera ha querido aclarar con Molowny el asunto, cuando así lo tenía decidido. "Al final, no quise hablarlo con el entrenador. Reflexioné y llegué a la conclusión de que era mejor evitar problemas". Sólo machaca una frase: "Ha sido injusto: llevo nueve años aquí y merecía, cuando menos, una explicación. El equipo rendía bien, iba de líder y no entiendo mi salida". Y, en su fuero interno, Juanito se dice a sí mismo: "Si me coge esta situación en otra época, el volcán habría estallado".

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