Karpov se encuentra en uno de los momentos más difíciles de su carrera
El desenlace de la 16º partida del Campeonato Mundial de ajedrez, que disputan en Moscú los soviéticos Anatoli Karpov (actual campeón) y Gari Kasparov puede ser crucial para el resultado final del encuentro, según los expertos. La victoria lograda el martes por Kasparov coloca a Karpov en uno de los momentos más difíciles de su carrera. El marcador parcial favorece al aspirante por 8,5-7,5 y tres victorias contra dos. Se juega al mejor de 24 partidas, salvo que uno de los finalistas acumule antes seis triunfos. El 17º juego está previsto para hoy.
La victoria de Kasparov fue acogida...
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El desenlace de la 16º partida del Campeonato Mundial de ajedrez, que disputan en Moscú los soviéticos Anatoli Karpov (actual campeón) y Gari Kasparov puede ser crucial para el resultado final del encuentro, según los expertos. La victoria lograda el martes por Kasparov coloca a Karpov en uno de los momentos más difíciles de su carrera. El marcador parcial favorece al aspirante por 8,5-7,5 y tres victorias contra dos. Se juega al mejor de 24 partidas, salvo que uno de los finalistas acumule antes seis triunfos. El 17º juego está previsto para hoy.
La victoria de Kasparov fue acogida con frialdad por los medios de comunicación soviéticos. En su programa informativo del martes por la noche, la televisión dedicó mucho menos tiempos del habitual al comentario de la partida. Mientras explicaba el desarrollo del juego, el gran maestro Mark Taimanov dio muestras de nerviosismo.En sus comentarios para la agencia oficial Tass, el gran maestro Eugeni Vasikov, considerado como partidario de Karpov, apenas elogió el juego del aspirante. El párrafo final no podría ser más aséptico: "Fue una victoria muy interesante. Esta victoria permite a Kasparov adelantarse ocho partidas antes del final del encuentro".
Por el contrario, la mayoría de los periodistas occidentales especialmente acreditados para esta final coincidieron en dedicar grandes alabanzas a la actuación de Kasparov durante las tertulias del martes por la noche. Así, el gran maestro británico Raymond Keene, corresponsal del Times, declaró: "Esta partida es, sin duda, la más brillante de las jugadas entre Karpov y Kasparov. El juego del aspirante fue fantástico".
Otros especialistas se mostraron de acuerdo al afirmar que "sólo Kasparov puede batir de manera tan humillante al actual campeón. Pese a jugar con las piezas negras, no dudó en tomar la iniciativa desde el principio a costa del sacrificio de un peón. Después redujo las piezas de Karpov a una permanente pasividad para rematar la lucha con bellas combinaciones".
En medios occidentales se estima que la victoria de Kasparov "ha debido de poner nerviosa a mucha gente", en clara referencia a muchas de las personas que ocupan importantes cargos en el ajedrez soviético e internacional, consideradas como amigos de Karpov, que, a diferencia de Kasparov, está catalogado como "hombre de mucha influencia en el sistema".
El primer problema que se le plantea a Karpov es su actitud en la partida de hoy, que jugara con las negras. Si se sienta con la intención de ganar, deberá elegir cuidadosamente la apertura que va a poner en práctica. La defensa Nimzo-india que viene empleando últimamente contra el peón de dama le ha dado malos resultados.
La defensa Petroff utilizada en la 19 partida es considerada como demasiado pacífica. La otra posibilidad es intentar hacer tablas en este juego con las negras para jugar agresivamente en la próxima con las blancas.
Recuerdo de Korchnoi
En cualquier caso, los expertos piensan que Karpov se halla en uno de los momentos más difíciles de su carrera, sólo comparable al vivido en uno de sus enfrentamientos contra Korchnoi (Baguío, Filipinas, en 1978), cuando un marcador favorable por 5-2 se transformó en 5-5. En aquella ocasión Karpov venció.Pero esta vez su predisposición psicológica no es la misma. El martes, mientras abandonaba el escenario tras felicitar a Kasparov por su victoria, tuvo que escuchar los gritos de cientos de aficionados que coreaban el nombre del aspirante. Incluso para un carácter gélido como el suyo, esto debe de ser muy duro.