Fillol: "Soy rechazado desde que llegué"

Ubaldo Matildo Fillol saltó el domingo al estadio Vicente Calderón con la impresión de que sería, una vez más, oscuro objeto de deseo crítico, "aunque me marcaran de penal". Ese sentimiento, que el meta argentino califica de "rechazo de un amplio sector desde que llegué, por mis 35 años", se une a otra sensación mucho más frustrante y real, su sorprendente inseguridad en la portería del Atlético de Madrid, que se traduce en 12 goles en contra, los mismos que Las Palmas y sólo uno y dos menos, respectivamente, que el Cádiz y el Celta. "Si dijera que no he tenido errores sería un demagogo, pero ...

Ubaldo Matildo Fillol saltó el domingo al estadio Vicente Calderón con la impresión de que sería, una vez más, oscuro objeto de deseo crítico, "aunque me marcaran de penal". Ese sentimiento, que el meta argentino califica de "rechazo de un amplio sector desde que llegué, por mis 35 años", se une a otra sensación mucho más frustrante y real, su sorprendente inseguridad en la portería del Atlético de Madrid, que se traduce en 12 goles en contra, los mismos que Las Palmas y sólo uno y dos menos, respectivamente, que el Cádiz y el Celta. "Si dijera que no he tenido errores sería un demagogo, pero voy a seguir luchando", afirma.

A José Navarro, ex guardameta del Atlético y que actualmente ocupa un cargo en su secretaría técnica, le bromeó un día Vicente Calderón: "Oye, Pepe, tú sabes de esto; a ver cuándo nos contratas a un meta internacional". La respuesta fue inmediata: "Lo tengo, presidente, y asequible". La historia arrancaba desde años atrás, cuando los técnicos rojiblancos sostenían que con un portero "de talla mundial" el equipo dejaría de perder siete u ocho puntos decisivos en la Liga". A Mejías, que es un buen cancerbero, le ha faltado siempre, a juicio de los técnicos, un punto de regularidad para asentarse como titular. Entre eso y que el Atlético no pudo fichar al delantero Futre, del Oporto, apareció Fillol.Navarro había seguido en los últimos años la trayectoria de Fillol en el Flamengo, brasileño. Se consultó a Luis Aragonés, el entrenador, que aceptó al estimar que el argentino es "muy bueno". Navarro y el vicepresidente, Javier Castedo, consiguieron su contratación por 20 millones de pesetas para el Flamengo y una ficha anual de unos 13 millones, por dos temporadas, para el jugador.

La llegada de Fillol abrió esperanzas. Tras siete jornadas de Liga, el Atlético ha recibido 12 goles y Fillol ha evidenciado una alarmante y sorprendente inseguridad en los balones altos y está lejos de ofrecer esa sensación de gran rendimiento que quienes le conocen a fondo esperan aún de él. Pero Fillol, partido a partido, se ve obligado a explicar su versión de cualquier gol recibido desde que Kempes le marcó, por vez primera en su historial, un tanto directo de córner. El último, el del brasileño Baltazar: "El balón hizo una parábola extraña; Baltazar le pegó con el empeine y no acerté".

Fillol busca ahora causas: "Me sentí rechazado por un amplio sector de la crítica nada más llegar. Lo presentí en los medios periodísticos. Se dijo que era viejo. Eso se nota. Ese rechazo llega y no le gusta a ningún ser humano. Pero lo voy a superar. Todo jugador tiene su revancha y ésta es ahora la mía, con la ayuda de toda la gente del Atlético".

"Es lógico", afirma Fillol, "que me falte acoplamiento con la defensa en las salidas por alto, pero con partidos se va a ir mejorando. Aquí es muy distinta la concepción del área pequeña. Los delanteros te cargan, te estorban. Esto no me había ocurrido antes. Claro que he tenido fallos, pero se han exaltado en demasía. Me han extrañado las avalanchas de críticas". Quizá ése es el precio que Fillol debe pagar por su categoría, por una calidad añeja que ni sus detractores le niegan: tres mundiales, titular de su selección y detalles -sólo detalles- en partidos con el Barcelona y el Real Madrid: la colocación, la forma geométrica con que cubre puerta -rechazó un remate de Butragueño a dos metros y los reflejos al sacar las manos en balones que van a la escuadra.