Quinta jornada de la Liga de fútbol

Sarabia batió al Barcelona en el ultimo minuto

Sarabia es de esos jugadores que necesitan un escenario heróico para brillar. Incompatible con la vulgaridad no menos que con el banquillo, mal que le pese al técnico bilbaíno, Javier Clemente, el de Gallarta sólo se siente a gusto en las situaciones dramáticas.Ayer marcó en el último minuto, desequilibrando así un partido que el Barcelona, recuperado tras el descanso del apla tanamiento padecido en la primera mitad, en la que sufrió muy pronto la expulsión de Amarilla, había conseguido igualar merced a un excelente disparo de Alexanco.

El partido tuvo poco fútbol, pero mucho de tod...

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Sarabia es de esos jugadores que necesitan un escenario heróico para brillar. Incompatible con la vulgaridad no menos que con el banquillo, mal que le pese al técnico bilbaíno, Javier Clemente, el de Gallarta sólo se siente a gusto en las situaciones dramáticas.Ayer marcó en el último minuto, desequilibrando así un partido que el Barcelona, recuperado tras el descanso del apla tanamiento padecido en la primera mitad, en la que sufrió muy pronto la expulsión de Amarilla, había conseguido igualar merced a un excelente disparo de Alexanco.

El partido tuvo poco fútbol, pero mucho de todo lo demás. Fue accidentadísimo y el árbitro Valdés Sánchez mostró una tarjeta roja y cuatro amarillas. Hubo lanzamiento de objetos al terreno, un gesto despectivo de Clos hacia el público, broncas a tutiplén...

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Como una losa pesó sobre el Barcelona, en la primera mitad, la inferioridad numérica en que le dejó la expulsión de Amarilla. Se había sacado un córner contra la puerta del Barcelona y el paraguayo saltó junto a Goikoetxea, que quedó tendido en el suelo.

Julio Alberto, luego Gerardo, Víctor, todos los barcelonistas..., se resistían a lanzar el balón fuera, pese a las incitaciones de Urruti, en medio de una bronca monumental. Finalmente, el colegiado se decidió a detener el juego. Tras consultar a un linier, enseñó directamente la cartulina roja al paraguayo.

Durante bastantes minutos, en particular tras el gol de Noriega, el Barcelona recordó casi al Barcelona; es decir, al equipo azulgrana de antes de la inyección de sentido común y moral de lucha que le administró Terry Venables. Frente a ese conjunto, otra vez con la moral de cristal, el empuje de Gallego, laserenidad de Goikoetxea y la habilidad de Sarabia, que había sustituido a De la Fuente, lesionado, en el minuto 23, bastaban para que el Athlétic de Bilbao impusiera su ley.

Sin embargo, algo debió de decirles el inglés a sus hombres porque, tras el descanso, salió otro equipo. Rojo se iba ahora con más facilidad, afinaba Marcos en sus carreras y Clos combinaba sus malos modos con su sentido de la verticalidad en los contragolpes.

De una escapada suya nació el córner que dio ocasión a Alexanco para, tras prepararse la pelota y apuntar a la cepa del poste, colarla justamente por allí después de atravesar un bosque de piernas rojiblancas.

Aun jugando mejor el B arcelona, fue Sarabia, en el minuto 58, quien dispuso de la mejor ocasión en un magnífico disparo, tras jugada de Argote, que Urruti, en uno de los paradones que prodigó, logró desviar contra el larguero.

La fortísima presión del Barcelona, que desconcertó no poco a la defensa local, en la que Liceranzu parecía un flan, hizo que durante algunos minutos la sombra de un segundo gol azulgrana y, con él, la derrota se cerniera sobre San Mamés.

Pero dispone Clemente de un suplente de lujo, que, si ya había sido el protagonista de la habilidosa jugada que antecedió al primer tanto local, rubricó con un certero remate, al borde del abismo, su actuación de ayer.

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