Primeros auxilios en perros y gatos

Atropellos, mordeduras e intoxicaciones, accidentes más frecuentes

Los atropellos son frecuentes en perros jóvenes que van sueltos por la calle y se despistan, aunque todos los dueños de perros accidentados se quejan de que los conductores, por lo general, no evitan el golpe.Un perro atropellado, aunque resulte ileso, estará tan asustado y dolorido que podrá morder incluso a su amo. Conviene anudar una cuerda o cinta alrededor del hocico para poder manejarle. Si no se pudiera levantar, o fuese demasiado grande como para cogerlo con comodidad, se le puede transportar sobre una manta.

Los cortes en las patas son un accidente habitual en jardines donde ha...

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Los atropellos son frecuentes en perros jóvenes que van sueltos por la calle y se despistan, aunque todos los dueños de perros accidentados se quejan de que los conductores, por lo general, no evitan el golpe.Un perro atropellado, aunque resulte ileso, estará tan asustado y dolorido que podrá morder incluso a su amo. Conviene anudar una cuerda o cinta alrededor del hocico para poder manejarle. Si no se pudiera levantar, o fuese demasiado grande como para cogerlo con comodidad, se le puede transportar sobre una manta.

Los cortes en las patas son un accidente habitual en jardines donde hay botellas rotas. Si sangra mucho, se colocará un torniquete, no muy apretado, por encima de la herida, que podremos mantener 15 o 20 minutos y que cortará la hemorragia hasta que se pueda hacer una sutura correcta. No debemos hacer caso de los típicos remedios caseros, como mojar la pata con agua helada o gasolina, que sólo servirá para ensuciar la herida y perder tiempo.

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Otra de las lesiones más comunes que se atienden en urgencias son las heridas producidas por mordeduras en las peleas. Aunque las heridas sean pequeñas y cicatricen pronto, es conveniente la aplicación de antibióticos y la limpieza a fondo de la herida: casi siempre, al morder, se introducen pelos bajo la piel que darán origen a infecciones.

Los perros que husmean por los parques pueden resultar intoxicados al comer raticidas (en forma de cebos) o insecticidas (en abonos). Si le hemos visto ingerir algo sospechoso, podemos inducir el vómito administrándole por la boca una o dos cucharadas de agua oxigenada. Si el animal ya vomita, debemos retirarle incluso el agua, que buscará con avidez, para evitar que los vómitos sean continuos. Especialmente sensibles a las intoxicaciones son los gatos. .

Un percance, muy alarmante, aunque raras veces de cuidado, es una gran hinchazón de la cabeza y cara que da a los perros un aspecto de hipopótamos. Se trata de una reacción alérgica, al comer hierbas, orugas o al recibir picotazos de algún insecto. Con una simple inyección de un antihistamínico, bajará en pocas horas.

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