El Atlético de Madrid perdió la oportunidad de ser líder

En un segundo tiempo trepidante, espectacular y con alternativas en el marcador, el Atlético no pudo pasar del empate ante un Hércules que le plantó cara durante los 90 minutos. El equipo de Luis Aragonés desperdició un penalti, jugó los últimos 12 minutos con 10 jugadores por expulsión de Tomás y dejó escapar una buena oportunidad para haber alcanzado el liderato en solitario iras la segunda jornada de Liga. Un magistral lanzamiento de córner por parte de Kempes, que sorprendió a su compatriota Fillol, fue la clave de la igualada final.Mario Kempes saludó a Fillol al saltar ambos equipos al t...

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En un segundo tiempo trepidante, espectacular y con alternativas en el marcador, el Atlético no pudo pasar del empate ante un Hércules que le plantó cara durante los 90 minutos. El equipo de Luis Aragonés desperdició un penalti, jugó los últimos 12 minutos con 10 jugadores por expulsión de Tomás y dejó escapar una buena oportunidad para haber alcanzado el liderato en solitario iras la segunda jornada de Liga. Un magistral lanzamiento de córner por parte de Kempes, que sorprendió a su compatriota Fillol, fue la clave de la igualada final.Mario Kempes saludó a Fillol al saltar ambos equipos al terreno de juego y dio la impresión de sentirse rejuvenecido ante la presencia de su viejo amigo y, como él, campeón mundialista. El problema para el guardameta radicó en que a Kempes le dio por recordar sus momentos de gloria, aquéllos en que era conocido como matador, y, en el minuto 72, aprovechó un momento amnésico de Fillol para sorprenderle desde el córner con un disparó parabólico sencillamente extraordinario.

Para entonces, el partido ya había cobrado una espectacularidad y una emoción que hicieron olvidar el flojo primer tiempo que ofrecieron ambos equipos. El Atlético, en esa fase inicial, fue incapaz de soltar su temible contragolpe, mientras el Hércules, agazapado, con profusión de hombres en el centro del campo, se limitaba a no verse sorprendido y a lanzar de vez en cuando alguna ofensiva.

Fueron momentos en los que apenas pudo extraerse más consecuencias que la baja forma física de Da Silva o que Luis Aragonés debe intentar pulir los despistes técnicos de Ruiz para evitar que su enorme fuerza no sirva de nada ante delanteros con la rapidez de Petursson. Un clamoroso fallo del central, probablemente impresionado por la estética de la larga melena rubia del islandés, estuvo a punto de adelantar en un minuto el empate del Hércules, ya en el segundo tiempo, cuando Cabrera había aprovechado un error defensivo alicantino para dejar al Atlético con ventaja en el descanso. Pero fue Petursson, jugador que se ha venido a España para escapar de sus obligaciones fiscales en Bélgica -su anterior club, el Royal, no cumplió lo prometido bajo contrato con el jugador-, quien propicio con una rapida internada el empate de Bakero.

A partir de ahí el choque alcanzó sus momentos culminantes. Luis, desde el banquillo, lo vio tan rubio que no tuvo más remedio que sacar a Ruiz del equipo, incluir a Clemente y colocar a Tomás como solución drástica frente al islandés. El Atlético se fue arriba. Todo parecia visto para sentencia por la superioridad técnica del centro del campo atlético cuando a Kempes, en matador, le dio por recordar viejos tiempos.

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