Torneo de tenis de Flushing Meadow

El enfado del niño alemán

"Por supuesto" estoy enfadado. Quería jugar contra McEnroe en los cuartos de final". El alemán occidental Boris Becker, ganador del reciente torneo de Wimbledon a los 17 años, sólo dejaba traslucir su mal humor en sus palabras. Tras la derrota sonrió, repartió alabanzas para Nystroem y bromeó sobre su futuro. Becker juega de una forma muy diferente; su rabia en la pista, su corazón caliente y agresivo y su buena presencia en la derrota le convierten en un jugador con un temperamento similar al de Jimmy Connors.

Becker realizó una diáfana autocrítica sobre su derrota. "Jugué bien en ...

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"Por supuesto" estoy enfadado. Quería jugar contra McEnroe en los cuartos de final". El alemán occidental Boris Becker, ganador del reciente torneo de Wimbledon a los 17 años, sólo dejaba traslucir su mal humor en sus palabras. Tras la derrota sonrió, repartió alabanzas para Nystroem y bromeó sobre su futuro. Becker juega de una forma muy diferente; su rabia en la pista, su corazón caliente y agresivo y su buena presencia en la derrota le convierten en un jugador con un temperamento similar al de Jimmy Connors.

Becker realizó una diáfana autocrítica sobre su derrota. "Jugué bien en los tres primeros juegos, y ya no volví a recuperar mi forma hasta la tercera y cuarta manga. Intenté correr por todas las bolas. Pero jugué mal. El resultado es también una demostración de que Nystroem es un gran jugador".

Como Connors, Becker se sintió como en su propia casa cuando el público le apoyó en los últimos juegos, con los sonoros aullidos típicos de los espectadores neoyorkinos. La venta de hamburguesas bajó en el estadio, y ese es un elogio para Becker, que consiguió mantener a los siempre bulliciosos espectadores agarrados a sus asientos. "El apoyo del público es la razón de que siguiese luchando en la cuarta manga. Los espectadores me obligaron a luchar aún más. Afortunadamente volveré a este torneo en 1986". Nystroem parecía el derrotado. Con respuestas breves, el jugador sueco aclaró que en nada había cambiado su táctica con respecto a su partido de Wimbledon: "Quizás la superficie me ha permitido quedarme más tiempo en el fondo de la pista. Creo que mi victoria se debe mas,bien a que Becker no ha jugado todo lo que sabe. Todo el mundo hablaba de su partido contra McEnroe y eso debe haber perjudicado su concentración".

Para Nystroem, el partido de hoy significa un reto en busca de la repetición de su victoria sobre McEnroe la pasada primavera en Dallas: "Ese fue el triunfo más importante de mi carrera".

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