GENTE

Steven Trotter,

un norteamericano de 22 años, estudiante de acrobacia en una escuela de Chatsworthde (California), logró salir vivo tras arrojarse dentro de un barril a las cataratas del Niágara, en la frontera entre Estados Unidos y Canadá. El joven sólo sufrió un ligero corte en una de las rodillas. Steven Trotten es la sexta persona que consigue pasar esta macabra prueba en la que murieron ya otras tres. Trotter, que se lanzó a más de 70 metros de altura desde una de las cascadas, se fabricó un barril de 4,5 metros de largo por casi dos de ancho, equipado con radio y tubos de oxígeno y protegido en el exte...

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un norteamericano de 22 años, estudiante de acrobacia en una escuela de Chatsworthde (California), logró salir vivo tras arrojarse dentro de un barril a las cataratas del Niágara, en la frontera entre Estados Unidos y Canadá. El joven sólo sufrió un ligero corte en una de las rodillas. Steven Trotten es la sexta persona que consigue pasar esta macabra prueba en la que murieron ya otras tres. Trotter, que se lanzó a más de 70 metros de altura desde una de las cascadas, se fabricó un barril de 4,5 metros de largo por casi dos de ancho, equipado con radio y tubos de oxígeno y protegido en el exterior por ocho tubulares de caucho. El acróbata confesó después que había sentido algo de ruido y un vuelco en el estómago, como si estuviera cayendo desde un ascensor con los cables rotos. Un reducido número de personas y dos equipos de filmación presenciaron el espectáculo, pero ahora el joven Trotter tendrá que pagar la cuenta de la diversión: una comparecencia ante el juez y una multa máxima de 500 dólares (82.500 pesetas aproximadamente).

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