El 'éxodo' del Corpus fue menor del previsto

El puente del Corpus no provocó la prevista aglomeración de vehículos en las carreteras de salida de Madrid. Conforme a lo ocurrido en el penúltimo puente, que muchos madrileños disfrutaron desde el 1 hasta el 5 de mayo, la Dirección General de Trárico había calculado que unos 300.000 automóviles abandonarían Madrid en la tarde del miércoles y mañana del jueves, en dirección, sobre todo, a las costas valencianas y andaluzas. No fue así. A falta de cifras precisas sobre el número de vehículos que han abandonado la capital, puede afirmarse que la circulación ha sido fluida en todo momento.
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El puente del Corpus no provocó la prevista aglomeración de vehículos en las carreteras de salida de Madrid. Conforme a lo ocurrido en el penúltimo puente, que muchos madrileños disfrutaron desde el 1 hasta el 5 de mayo, la Dirección General de Trárico había calculado que unos 300.000 automóviles abandonarían Madrid en la tarde del miércoles y mañana del jueves, en dirección, sobre todo, a las costas valencianas y andaluzas. No fue así. A falta de cifras precisas sobre el número de vehículos que han abandonado la capital, puede afirmarse que la circulación ha sido fluida en todo momento.

A las 12,30 de ayer, el capitán de la Guardia Civil Vicente García Romero, jefe del Subsector de Tráfico de Madrid, ordenó al conductor de su coche oficial, un Peugeot 505 GL, pintado de verde, que regresara a su base de la calle Príncipe de Vergara. El capitán hizo un rápido análisis de la situación: la operación salida -Corpus 85 podía darse ya por concluida y el rey Juan Carlos y el presidente de México, Miguel de la Madrid, que ayer comenzaba en Madrid su visita oficial a España, habían abandonado en helicóptero el aeropuerto de Barajas en dirección a los palacios de La Zarzuela y El Pardo, respectivamente.El capitán cogió el radioteléfono del Peugeot, y dijo: "Aquí M 50. ¿Finalizó ya la etapa de la Vuelta Ciclista a la comunidad?". "Afirmativo. A las 12,15 horas", le respondieron desde la base. Era la única preocupación que a esa hora le quedaba al responsable operativo del tráfico en las carreteras madrileñas.

Mientras viajaban desde Barajas hacia Madrid, el conductor comentó a su superior: "Hoy hemos pecado por exceso. Mejor. Al menos. no nos ha pasado como a la policía belga con el partido de fútbol".

El capitán asintió. Vicente García Romero, tres estrellas en la bocamanga y la gorra de un uniforme aún de invierno, había desplegado el día del Corpus a la práctica totalidad de sus efectivos, casi 300 hombres, por las carreteras madrileñas, en previsión de un.abandono masivo de la capital.

Pero, al mediodía, el capitán, ya sabía que la circulación el día del Corpus 85 había sido semejante a la de cualquier domingo o festivo.

El oficial de la Guardia Civil de Tráfico lo había comprobado en persona. A primera hora. de la mañana, subió a su coche oficial, para emprender una ronda por las carreteras madrileñas.

Tan sólo en la de Andalucía había ocurrido un incidente grave: un Seat 127, matrícula M3895-CF, había sufrido un accidente a causa del cual un matrimonio y su hijo, de corta edad, habían sido trasladados en estado muy grave a la residencia sanitaria Primero de Octubre. Pero ni siquiera en el Puente Largo de Aranjuez, el principal punto negro de las carreteras madrileñas, hubo retenciones.

Sin retenciones

En la nacional 401, dirección Toledo, había circulación intensa en los primeros tramos, pero debido a los siete semáforos consecutivos que han de superarse para dejar el área metropolitana de Madrid.Cuando el capitán regresaba a su base, reflexionó en voz alta acerca de las causas por las que ayer no salió de Madrid ni la mitad de gente que en el puente del 1 de mayo o en Semana Santa. "Los estudiantes están de exámenes; las vacaciones de verano, próximas; los metereólogos habían anunciado mal tiempo para este fin de semana...", dijo. Alguien apostilló: "Sin olvidar, que es tiempo de hacer la declaración de la renta".