Crítica:El cine en la pequeña pantalla

Gran novela 'negra'

La llave de cristal es una prodigiosa novela negra de Dashiell Hammett. Su perfección es literalmente insuperable. Creo recordar que fue ésta la novela que prologó Luis Cernuda en su primera edición en castellano.En su pequeño estudio el poeta sevillano insistía en la sorprendente combinación entre la economía y la densidad del relato, e íntimamente relacionada con esta densidad en su lectura secreta, que hace de este trágico, sórdido y violento cuento de acción un inesperado e inquietante monumento lírico, una insólita novela sobre el amor, aplastado por el silencio del tabú, en...

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La llave de cristal es una prodigiosa novela negra de Dashiell Hammett. Su perfección es literalmente insuperable. Creo recordar que fue ésta la novela que prologó Luis Cernuda en su primera edición en castellano.En su pequeño estudio el poeta sevillano insistía en la sorprendente combinación entre la economía y la densidad del relato, e íntimamente relacionada con esta densidad en su lectura secreta, que hace de este trágico, sórdido y violento cuento de acción un inesperado e inquietante monumento lírico, una insólita novela sobre el amor, aplastado por el silencio del tabú, entre dos hombres: el detective privado Ned Beaumont y el gánster Paul Madwig.

El gran dúo literario creado por Dashiell Hammett es interpretado, en el filme del mismo título, realizado por Stuart Heisler en 1942, por Alan Ladd en el personaje de Beaumont y Brian Donlevy en el de Madwig.

Dúo inadecuado

En teoría, este dúo de actores es dificil de imaginar funcionando al mismo gas que la novela. Siguiendo las leyes de la verosimilitud física, que tanta credibiliddad visual dieron al cine norteamericano clásico en lo relativo a los repartos, el rostro de inexpresiva porcelana de Alan Ladd no casa en absoluto con la imagen melancólica y amarga de Ned Beaumont. Brian Donlevy, por su parte, es actor de otra pasta y puede que, si está inspirado y es bien dirigido, haga creer a su Paul Madwig, pero aunque así sea nos tememos que le falle el otro término de la trágica ecuación: su interlocutor profundo.Ante la amenaza de este desequilibrio y las pocas esperanzas que provoca el nombre de Stuart Heisler, director con tonos engolados, algo rimbombante, eficaz pero poco imaginativo, no hay muchas razones para esperar que este filme -según parece inédito en España- esté ni de lejos a la altura de los zapatos de la fastuosa novela en que se basa. Sólo cabe esperar que, aparte de la preciosa y enigmática Verónica Lake, que fue oponente de Alan Ladd en muchas películas de esta época, algún pasaje, situación o diálogo de Hammett quede intacto, como única sorpresa posible.

La llave de cristal se emite hoy a las 21.35 horas por TVE-1

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