Intensa actividad de partidos políticos

Adolfo Piñedo, acusa a la dirección del PCE de promover una escisión en Madrid

"Lo que está haciendo el secretariado es, de hecho, montar una escisión en Madrid". Éste es el resumen que el secretario general del PCE en Madrid, el carrillista Adolfo Piñedo, hace de la situación que se vive en una de las principales organizaciones regionales comunistas -10.200 afiliados-, en vísperas de las decisivas semanas que se aproximan, en las que, de acuerdo con todas las fuentes consultadas, puede consumarse la ruptura entre carrillistas y gerardistas, aunque ambas partes aseguran que tratarán de evitarla.

Piñedo afirmó, tras una reunión del comité regional comunista de Madr...

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"Lo que está haciendo el secretariado es, de hecho, montar una escisión en Madrid". Éste es el resumen que el secretario general del PCE en Madrid, el carrillista Adolfo Piñedo, hace de la situación que se vive en una de las principales organizaciones regionales comunistas -10.200 afiliados-, en vísperas de las decisivas semanas que se aproximan, en las que, de acuerdo con todas las fuentes consultadas, puede consumarse la ruptura entre carrillistas y gerardistas, aunque ambas partes aseguran que tratarán de evitarla.

Piñedo afirmó, tras una reunión del comité regional comunista de Madrid, que el secretariado del partido, encabezado por Gerardo Iglesias, ha realizado "una suspensión de hecho" de los órganos de dirección madrileños, actualmente en manos del sector afín a Santiago Carrillo, ex secretario general. Esta suspensión de hecho se produce, dijo Piñedo, desde el momento en que Iglesias y el resto del secretariado del partido convocan "antiestatutariamente" asambleas de militantes en distritos y pueblos madrileños, tratando de forzar, "con pseudorreferendos", la celebración de una conferencia extraordinaria de Madrid ante la negativa del comité regional de ser el que realice esta convocatoria.Los responsables del PCE en Madrid desafiaron ayer a la dirección nacional del partido, convocando una asamblea en la Casa de Campo, a la que acudieron algunos cientos de militantes pese a la prohibición expresa del responsable de organización del PCE, Francisco Palero. Paralelamente, el propio Palero -una de las figuras del secretariado más combatidas por los carrillistas- y Gerardo Iglesias presidían sendas reuniones de militantes anticarrillistas en Vallecas y Carabanchel, respectivamente.

El comienzo de escisión que todo ello representa sigue a lo ocurrido en Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Baleares, donde la división formal del partido es ya un hecho en la práctica y donde gran parte de la militancia ha pasado ya al grupo escisionista prosoviético de Ignacio Gallego. Sin embargo, Piñedo reiteró ayer, corno otras muchas veces lo ha hecho Carrillo, que la actual minoría en el PCE no pasará "de ningún modo" al partido de Gallego, al que acusan de estar directamente financiado por Moscú.

Piñedo acusó a la actual dirección nacional del PCE de pretender expulsar del partido a 14.000 carrillistas para hacer otra formación política "de nueva izquierda y que no sea comunista".

"No es casualidad que Julio Anguita (alcalde de Córdoba y candidato comunista a la presidencia de la Junta Andaluza) haya pedido públicamente la exclusión del partido de Santiago Carrillo y tampoco es casualidad que en determinadas sedes de CC OO hayan aparecido pintadas pidiendo también la expulsión de Santiago Carrillo", dijo Piñedo, que vaticinó más medidas de sanción contra la minoría: "Es obvio que estamos en una escalada represiva contra los que nos oponemos a la política de convergencia de izquierda", dijo.

El radical enfrentamiento en una de las principales organizaciones del PCE -algo similar ocurre en Valencia y Galicia- hace temer que la conferencia (ordinaria) de Madrid que tendrá efecto la semana próxima decida la inasistencia de esta región a la conferencia nacional que se celebrará los días 29, 30 y 31 de este mes de marzo porque, explicó Piñedo, "va a ser una conferencia nacional de represión".

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