Copa de Europa de Baloncesto

El Real Madrid conocerá a las diez de la noche sus posibilidades reales de ser finalista

El Real Madrid no sabrá hasta las diez de la noche si el Banco di Roma será su último rival de la presente edición de la Copa de Europa. Las diferencias horarias entre los tres encuentros de la última jornada se han convertido en una de las claves del partido. Los aficionados tendrán que estar pendientes en esta ocasión del transistor para conocer la trascendencia del partido. La última media hora del encuentro Real Madrid-Banco di Roma puede ser dramática. En ese último período, el Real Madrid estará jugando ya contra un objetivo claro: ser finalista o cumplir dignamente hasta el último segun...

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El Real Madrid no sabrá hasta las diez de la noche si el Banco di Roma será su último rival de la presente edición de la Copa de Europa. Las diferencias horarias entre los tres encuentros de la última jornada se han convertido en una de las claves del partido. Los aficionados tendrán que estar pendientes en esta ocasión del transistor para conocer la trascendencia del partido. La última media hora del encuentro Real Madrid-Banco di Roma puede ser dramática. En ese último período, el Real Madrid estará jugando ya contra un objetivo claro: ser finalista o cumplir dignamente hasta el último segundo.

El partido Real Madrid-Banco di Roma comienza a las nueve de la noche (TVE-1); el Granarolo Maccabi a las 20.30 hora espa ñola y el TSSKA-Cibona a las 17.00, también hora española. El recuento de posibilidades es claro. Si los tres ganan o los tres pierden, siempre será el Real Madrid el perjudicado, porque nada tiene que hacer en caso de triple empate. Y los tres están empatados a falta de la última jornada. Una derrota del Maccabi favorece más al Real Madrid que la del Cibona, pero, por otra parte, parece más factible que el TSSKA se comporte seriamente ante el Cibona, que los irregulares italianos del Granarolo, de Bolonia. Puede darse la circunstancia de que, incluso si el Real Madrid pierde ante el Banco di Roma, sea finalista, pero eso ya es una posibilidad no sólo remota sino casi rocambolesca. Cita a las ocho

Los jugadores del Real Madrid tienen que estar a las ocho de la tarde en el pabellón; cada uno irá a su manera, y todos sabrán ya a ciencia cierta cuál es el resultado del TSSKA-Cibona. Ninguna consigna en especial reciben para antes de un partido ni se concentran ni tienen señalada hora alguna para estar en casa la noche anterior. Siempre han actuado así y todos los jugadores rechazan como ofensivo que algún directivo pudiera intentar siquiera variar ese orden de cosas.

La mañana del jueves será tranquila, no habrá ningún tipo de entrenamiento o actividad física, y cada jugador la empleará a su conveniencia. Los aficionados estarán obligados a proveerse de transistor si quieren conocer la situación real. Tanto la Cadena Ser como Antena 3 establecerán conexiones periódicas con Bolonia.

Los otros dos partidos clave de la jornada son el TSSKA-Cibona y el Granarolo-Maccabi. El Cibona ganó al TSSKA en Zagreb por un tanteo abultado, 95-77, 18 puntos de ventaja que reflejan, sin duda, la autoridad con que el Cibona ha ganado todos sus encuentros en casa. El Real Madrid, con un marcador de 99-90, fue el equipo que más se les ha resistido, pero han podido llegar a los últimos minutos con todo resuelto. El TSSKA, sin embargo, es un equipo que no se ajusta bien a las circusntancias del Cibona, por la sencilla razón de que es un conjunto muy alto y que tiene en el rebote y en el tiro a media distancia sus mejores virtudes. Gomelsk¡, entrenador de la selección soviética, manifestó en su día que el Cibona de Zagreb no ganaría en Moscú, pero éstas fueron unas declaraciones más bien para la galería. La lucha será de los jugadores del Cibona contra sí mismos, en una oportunidad para dar un último ejemplo de la madurez que han adquirido desde que Drazen Petrovic compite en sus filas. Independientemente de las cualidades de su técnico, el prestigioso Novosel, el Cibona se ha convertido en un club poderoso con la sóla inclusión de un jugador. El Cibona, el pasado año, fue fácilmente eliminado de las semifinales de la Recopa por el Real Madrid.

Factor arbitral

El Maccabi jugará en Bolonia. En Tel Aviv ganaron por 90-76, en un partido que estuvo dominando durante muchos minutos el Granarolo. Díce Alberto Bucci, técnico del equipo italiano, que es el Maccabi un equipo que se les da bien. Lo ha dicho, también, de cara a la galería, pero si el equipo italiano juega con el interés que puso en la segunda parte ante el Real Madrid, puede complicar las cosas. Todos los técnicos entienden que el Maccabi es el equipo psicológicamente más débil de los aspirantes.

Otro factor a tener en cuenta, importante en este caso, es el más que posible favor arbitral hacia yugoslavos e israelíes. Stankowitz, el dirigente que domina la FIBA, es yugoslavo; el Maccabi es el equipo mimado de la FIBA en esta temporada. La final se disputa en Atenas, a mitad de camino entre Zagreb y Tel Aviv, lo que aseguraría un lleno espectacular, porque para las huestes madridistas Atenas queda demasiado lejos como para intentar una peregrinación masiva de aficionados.

Y, al final del camino, el Banco di Roma. En cifras es el segundo de la Liga italiana, a dos puntos del líder, Simac de Milán. Su quinteto titular es el formado por Townsend, Gilardi, Solfrini, Polesello y Flowers. Luego entran, con frecuencia Sbarra y Tombolato. Su máximo anotador es el base norteamericano Townsend, con 541 puntos (20,8 de media por partido) y su mejor reboteador Flowers, con 236 rebotes. Cabe presumir que el Banco di Roma no llegará a Madrid con un alto espíritu combativo.

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