GRUPO A-2 DE LA PRIMERA DIVISION DE BALONCESTO

El Estudiantes se proclama campeón

La Demencia coreó al final del partido el grito de "campeones, campeones", prueba inequívoca de clarividencia. Mucho de singular o de cuerpo homogéneo tiene tan ya famosa hinchada, que es susceptible de ser entrevistada, hasta el punto de que ha perdido la cuenta de sus apariciones en los medios informativos en los últimos meses. Y el Estudiantes es, efectivamente, campeón de la serie A-2. También la Demencia participó en el conflicto arbitral que aqueja a la Primera División y, con autorizada opinión, pidió a gritos la dimisión de Sancha, presidente del Colegio de Árbitros. Estu...

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La Demencia coreó al final del partido el grito de "campeones, campeones", prueba inequívoca de clarividencia. Mucho de singular o de cuerpo homogéneo tiene tan ya famosa hinchada, que es susceptible de ser entrevistada, hasta el punto de que ha perdido la cuenta de sus apariciones en los medios informativos en los últimos meses. Y el Estudiantes es, efectivamente, campeón de la serie A-2. También la Demencia participó en el conflicto arbitral que aqueja a la Primera División y, con autorizada opinión, pidió a gritos la dimisión de Sancha, presidente del Colegio de Árbitros. Estuvo infalible la Demencia, como un Estudiantes que ganó al CAI Zaragoza como si tal cosa después de ir todo el encuentro perdiendo y con su canadiense, Simms, lesionado de forma ostensible.Apenas el Estudiantes se inmuta últimamente cuando ve el marcador en contra. Desde luego, ha demostrado madera de campeón de la A-2, aunque otra cosa puede suceder cuando lleguen los play off. El CAI Zaragoza quiso mostrarse amenazador en el Magariflos después de su bochornosa actuación en la Supercopa. Pero, a pesar de colocarse con diez puntos de ventaja en los primeros minutos y de que Simms estaba tan lesionado que apenas podía correr en un contraataque, el CAI no atemorizaba. Simms salía a los cinco minutos renqueante y con tres personales encima. En otras circunstancias el Estudiantes se hubiera alocado. Pero ayer no. Simplemente, esperó. En el descanso, 3 1 -41.

Era tan débil la posición reboteadora de los norteamericanos Garris y Riley y tan débil igualmente la, defensa Zaragocista que al Estudiantes le bastó con cinco minutos en juego ole Simms para reducir toda la ventaja y ponerse por encima en el marcador (56-55, a falta de 11 minutos). Simms se marchó pronto y el encuentro se movió entre empates durante ocho minutos más, sin que el equipo local dejase de perder el dominio psicológico de la situación: defendía fuerte y sujetaba suficientemente el. rebote. Llegó el minuto 38 y la ventaja tranquilizadora: 7469. Los últimos segundos los jugó el equipo local entre sonrisas de sus jugadores. El Estudiantes campeón juega de forma relajada.

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