Despedida una dependienta de comercio por fotografiarse desnuda

JOAQUÍN GENÍSLa dependienta del comercio Bristol Man de Elche, María Isabel García Martínez, ha sido despedida por la empresa aduciendo entre otras razones que se ha fotografiado desnuda y que su conducta perjudica a la imagen del establecimiento. También se le acusa de bajo rendimiento y de haber recibido quejas de los clientes contra ella, así como de haber estado en un pub hasta la madrugada encontrándose de baja.

La trabajadora presentó dentro del plazo legal un pliego de descargos negando las acusaciones, pero la empresa ha formalizado la carta de despido.

Según CC OO, centr...

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JOAQUÍN GENÍSLa dependienta del comercio Bristol Man de Elche, María Isabel García Martínez, ha sido despedida por la empresa aduciendo entre otras razones que se ha fotografiado desnuda y que su conducta perjudica a la imagen del establecimiento. También se le acusa de bajo rendimiento y de haber recibido quejas de los clientes contra ella, así como de haber estado en un pub hasta la madrugada encontrándose de baja.

La trabajadora presentó dentro del plazo legal un pliego de descargos negando las acusaciones, pero la empresa ha formalizado la carta de despido.

Según CC OO, central por la que esta trabajadora es delegada de personal en la empresa, los motivos son absolutamente infundados y en el caso de las fotos vulneran los establecido por la Constitución sobre la intimidad de las personas. María Isabel García Martínez es dependienta de este comercio desde hace más de 10 años y hasta la fecha nunca había sido objeto de sanción.

Expresiones feas

Por otra parte, según informó ayer el colectivo de trabajadores del Banco de Bilbao, un empleado de esta entidad ha sido suspendido de empleo y sueldo por contestar a la pregunta de otro empleado con la expresión: "Está cagando" para explicar la imposibilidad de su jefe de ponerse al teléfono.

La nota advierte que la expresión está recogida en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua y que es impropio que en pleno siglo XX los empresarios sigan considerando estas cosas como faltas muy graves, máxime cuando -continúa la nota- son expresiones "utilizadas por algunos miembros de la Real Academia en escritos, discursos y entrevistas y que les valen galardones de importantes premios literarios".

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