Crítica:El cine en la pequeña pantalla

'La fe', escándalo de posguerra

Que en 1947 se contaran en la pantalla las turbaciones amorosas de una jovencita por el confesor de la familia creó no pocos escándalos. Y ello a pesar de las sustanciosas rebajas que había sufrido la ya por sí misma rebajada novela de Armando Palacio Valdés, de quien el cine español tomó varios de sus textos."El guión modifica notablemente el relato literario, depurando y mejorando su aspecto moral", decían los censores de la Junta Nacional de Acción Católica, lo que no impidió, según declaraciones de Rafael Durán, su protagonista, que el filme fuera posteriormente retirado de las carteleras....

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Que en 1947 se contaran en la pantalla las turbaciones amorosas de una jovencita por el confesor de la familia creó no pocos escándalos. Y ello a pesar de las sustanciosas rebajas que había sufrido la ya por sí misma rebajada novela de Armando Palacio Valdés, de quien el cine español tomó varios de sus textos."El guión modifica notablemente el relato literario, depurando y mejorando su aspecto moral", decían los censores de la Junta Nacional de Acción Católica, lo que no impidió, según declaraciones de Rafael Durán, su protagonista, que el filme fuera posteriormente retirado de las carteleras.

"Rafael Gil", escribía el historiador Carlos Fernández Cuenca, salvó discretísimamente los riesgos ideológicos de la narración positivista, y un tanto volteriana a veces", de este "tema difícil e incluso peligro sísimo". Contemplar hoy La fe a la luz de estos juicios puede resultar delirante.

Porque la película, pese a todo, conserva la tralla de una moralina afectada, en la que queda duramente castigada la moza que osó amar a quien no debía, aunque ese amor sólo se redujera a mentirillas y crispaciones nerviosas.

Los coros finales, la confesión, el heroísmo del cura y el arrepentimiento por algo que nunca había existido compensaban más que ampliamente las exigencias censoras del momento. De ahí que algún crítico se sintiera finalmente satisfecho con el trabajo de Rafael Gil: "La fe tiene una tersura, un equilibrio y una fluidez bajo los cuales late, soterráneo, ese calor de humanidad vitalísimo que ha sido, es y será la médula de su estilo".

Años después, Tormento, de Pérez Galdós, que adaptó al cine Pedro Olea, y Un hombre como los demás, de Pedro Masó, plantearon situaciones similares. En el primer caso, el público celebró con entusiasmo la posibilidad de que un cura se enamorara de una señorita, mientras que, en el segundo -sólo señorita enamorada de cura-, el fracaso coronó la empresa.

La fe se emite hoy a las 20.30 por la segunda cadena dentro del programa La noche del cine español.

Archivado En