Cubiertos a la vista

A menudo se tiene un juego de cucharillas de café especialmente bonitas que permanecen en el fondo del cajón de los cubiertos sin que se pueda disfrutar de ellas más que en el momento de usarlas. Lo mismo ocurre con las típicas que se compran como recuerdo en mucho lugares. Este pequeño estante le servirá para tenerlas, cualquiera que sea su caso, al alcance y disfrute de la vista.El material empleado es contrachapado, que se puede comprar chapado en una madera decorativa o teñirlo a gusto después de hecho. Use plancha de cuatro milímetros para la parte posterior y de siete milímetros para los...

A menudo se tiene un juego de cucharillas de café especialmente bonitas que permanecen en el fondo del cajón de los cubiertos sin que se pueda disfrutar de ellas más que en el momento de usarlas. Lo mismo ocurre con las típicas que se compran como recuerdo en mucho lugares. Este pequeño estante le servirá para tenerlas, cualquiera que sea su caso, al alcance y disfrute de la vista.El material empleado es contrachapado, que se puede comprar chapado en una madera decorativa o teñirlo a gusto después de hecho. Use plancha de cuatro milímetros para la parte posterior y de siete milímetros para los laterales y repisas.

Dependiendo del número de las piezas que vaya a poner, calcule las medidas que precisa; calcule unos seis centímetros de fondo. Recorte la tabla posterior y los laterales según el diseño que le proponemos o uno de su elección que armonice con el estilo de la habitación.

Recorte en las repisas los alojamientos de las cucharillas. Tienen forma de T, con el hueco de unos tres-cuatro milímetros de anchura. Para hacerlos, emplee una sierra de marquetería con el pelo redondo para poder evolucionar cómodamente. Retoque el trabajo de la sierra, si es preciso, con una lima fina (de llaves). En el tablero posterior también puede realizar calados decorativos partiendo de un tablero hecho para poder meter el pelo de la sierra.

Una las piezas entre sí con cola y clavos finos de cabeza perdida. Hunda las cabezas en la madera con un botador para que no asomen. (Después de barnizar se tapan con un poco de cera virgen para que no se vean.) Limpie cuidadosamente las manchas de cola con un trapo húmedo, pues si no lo hace aparecerán al teñir.