Crítica:

'Misión de audaces'

John Ford no se mostró satisfecho de Misión de audaces. En la larga entrevista que concedió a Peter Bogdanovich expresó un claro distanciamiento hacia esta película: "Sí, creo que llegué a verla", ironizaba con esa coqueta desmemoria de los directores de su generación que tanto sorprendió a los críticos europeos que todo lo sabían de corrido y sin error. Howard Hawks en el festival de San Sebastián al que asistió confundía alguna película de Ford con otra suya: "¡Ah!, ¿la dirigió John? Siempre he creído que era mía".El ligero desprecio en las declaraciones de Ford respecto a ...

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John Ford no se mostró satisfecho de Misión de audaces. En la larga entrevista que concedió a Peter Bogdanovich expresó un claro distanciamiento hacia esta película: "Sí, creo que llegué a verla", ironizaba con esa coqueta desmemoria de los directores de su generación que tanto sorprendió a los críticos europeos que todo lo sabían de corrido y sin error. Howard Hawks en el festival de San Sebastián al que asistió confundía alguna película de Ford con otra suya: "¡Ah!, ¿la dirigió John? Siempre he creído que era mía".El ligero desprecio en las declaraciones de Ford respecto a Misión de audaces fue explicado por Allen Eylles, su biógrafo inglés, al señalar cómo el director se vio sujeto al guión escrito por los propios productores: "A pesar de ello, obtuvo secuencias que una vez más demostraron su conocida maestría'.

Entre esas secuencias, John Ford destacaría de los niños que marcharon contra los soldados de La Unión. "Eso pasó varias veces", añade, remachando la idea de que Misión de audaces se inspiraba en un hecho real de la guerra de Secesión: destinado a cortar las líneas de abastecimiento del enemigo, el general Grant envió un grupo de soldados que debía atravesar previamente las líneas del campo de batalla.

La fabulación de los guionistas añadió el enfrentamiento personal del coronel que gobierna la expedición, un militar sin carrera (John Wayne) y el médico del grupo (William Holden), al que sorprende su dureza. Tanta agresividad, sin embargo, tiene una razón oculta que en los últimos momentos de la película confesará el seco militar al recalcitrante médico: esa aparente frialdad se inspira en un lejano melodrama que al espectador no sorprende, al haber contemplado también su ternura ese raro amor por una mujer que le traiciona.

Filmada en 1959, Misión de audaces suponía un nuevo acercamiento al género de aventuras que Ford había abandonado en sus últimas películas, pero que ya no abandonaría hasta casi el final de su carrera. Entre sus trabajos siguientes (El sargento negro, Dos cabalgan juntos, El hombre que mató a Liberty Valance) se cuentan algunas de las secuencias que dirigió para El álamo.

Misión de audaces se emite hoy a las 16.05 por la primera cadena.

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