El 'aparato' del PNV intenta evitar que la asamblea de Guipúzcoa logre los ceses de Ardanza y Sudupe

Afiliados del PNV vinculados al aparato han impugnado las resoluciones que adoptó recientemente la mayoría de las juntas locales del partido en Guipúzcoa, en cuyos textos se exigen las dimisiones del presidente de la Diputación, José Antonio Ardanza, y de la ejecutiva provincia¡ del partido. Este órgano de dirección está encabezado por el presidente del Consejo Nacional del PNV, Román Sudupe, quien habría de dejar su cargo al frente del partido si fuese obligado a dimitir como dirigente provinciaL El presidente de la Diputación, Ardanza, es el candidato del PNV a la presidencia del Gobierno va...

Afiliados del PNV vinculados al aparato han impugnado las resoluciones que adoptó recientemente la mayoría de las juntas locales del partido en Guipúzcoa, en cuyos textos se exigen las dimisiones del presidente de la Diputación, José Antonio Ardanza, y de la ejecutiva provincia¡ del partido. Este órgano de dirección está encabezado por el presidente del Consejo Nacional del PNV, Román Sudupe, quien habría de dejar su cargo al frente del partido si fuese obligado a dimitir como dirigente provinciaL El presidente de la Diputación, Ardanza, es el candidato del PNV a la presidencia del Gobierno vasco, situación que no se vería afectada desde el punto de vista formal, aunque sí en el aspecto político, para su investidura como lendakari.

Toda la polémica tiene su raíz en el apoyo de la dirección guipuzcoana a las tesis del Consejo Nacional del partido y la presión que éste desarrolló para que Garaikoetxea dejase el cargo.En medios nacionalistas alineados con Carlos Garaikoetxea, que continúa como presidente en funciones tras anunciar su cese el pasado diciembre, se afirma que las impugnaciones intentan anular el carácter imperativo del mandato otorgado por las bases a los apoderados que participar en mañana en la Asamblea Regional del PNV en Guipúzcoa. A tenor de ese mandato imperativo esta asamblea debería aprobar las dimisiones citadas.

El mandato imperativo obliga a los apoderados del PNV a defender fielmente en las instancias superiores del partido las decisiones adoptadas por las asambleas de base, y constituye una garantía de representatividad frente a las actuaciones precedentes de algunos representantes en anteriores, asambleas regionales que votaron propuestas contrarias a la voIuntad de los afiliados a quienes representan.

En la Asamblea Regional que se celebrará mañana, los apoderados guipuzcoanos deberán asimismo decidir qué miembro del

Parlamento vasco entrega su escaño a Ardanza y quién sustituye a éste en la presidencia de la Diputación provincial (cargo que, de cualquier forma, tendrá que abandonar para ocupar la presidencia del Gobierno vasco).

El presidente del Consejo Nacional del PNV (Euskadi Buru Batzar), Román Sudupe, negó ayer que tenga intención de formar parte del futuro Gobierno de José Antonio Ardanza. Román Sudupe subrayó igualmente su disposición a dimitir de la presidencia del partido en Guipúzcoa y del Consejo Nacional si así lo exige la Asamblea Regional.

Tribunal regional

La impugnación de los acuerdos que piden la dimisión de la ejecutiva y de José Antonio Ardanza como diputado general (presidente de la Diputación) ha sido presentada ya en Fuenterrabía, Irún, Rentería y en algunos barrios de San Sebastián, y se extenderá probablemente a otras juntas en las próximas horas. En algunos casos los recursos invocan supuestas irregularidades en la formación de las juntas, mientras que en otros se cuestiona el hecho mismo de que se exija desde organismos de base la dimisión de la dirección.Estas impugnaciones deberán ser estudiadas por el Tribunal Regional del PNV, organismo compuesto en la actualidad por Augusto Mingolarra, Agate Sudupe -hermana del presidente del Consejo Nacional del partido- y por Patxi Sagarzazu.

Dirigentes nacionalistas partidarios de las posturas de Garaikoetxea señalan que las impugnaciones reflejan la resistencia de la actual directiva a abandonar sus cargos.

Esos mismos dirigentes interpretan que la ejecutiva guipuzcoana tratará de evitar por todos los medios que sean aprobadas las resoluciones de las juntas locales y pretenderá permanecer en sus puestos hasta que se celebren las elecciones para la renovación de la dirección provincial, previstas para primeros del mes que viene.

Una gestora puede hacerse cargo provisionalmente de la dirección provincial en este período, pero su composición y hasta su legitimidad estarán sometidas a la disputa que mantienen los dos sectores del PNV.

La apertura de un nuevo proceso asambleario en Guipúzcoa permitiría a la ejecutiva guipuzcoana ganar tiempo y, sobre todo, evitar que el candidato a lendakari, José Antonio Ardanza, sea descalificado públicamente como diputado general por las mismas bases nacionalistas guipuzcoanas, antes de que sea investido presidente de Gobierno.