Gerardo Iglesias considera iniprescindible la convergencia "con la izquierda"

Gerardo Iglesias, secretario general del PCE, lamentó ayer, al término de la reunión del Comité Central, iniciada el viernes, que una vez más se haya perdido la oportunidad de debatir los problemas que preocupan a la sociedad, ya que la cúpula comunista ha empleado ese tiempo en hablar de la crisis interna del partido, cuando no a descalificarse mutuamente. El rechazo de los carrillistas a la oferta de la dirección de llegar a una convergencia con fuerzas sociales y políticas de izquierda ha sido el centro de discusión de este encuentro.

El viernes, el secretario general del PCE, Gerard...

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Gerardo Iglesias, secretario general del PCE, lamentó ayer, al término de la reunión del Comité Central, iniciada el viernes, que una vez más se haya perdido la oportunidad de debatir los problemas que preocupan a la sociedad, ya que la cúpula comunista ha empleado ese tiempo en hablar de la crisis interna del partido, cuando no a descalificarse mutuamente. El rechazo de los carrillistas a la oferta de la dirección de llegar a una convergencia con fuerzas sociales y políticas de izquierda ha sido el centro de discusión de este encuentro.

El viernes, el secretario general del PCE, Gerardo Iglesias, leyó un informe basado fundamentalmente en la constatación comunista del "giro radical" del PSOE a la derecha tras su congreso. Al final del mismo se hacía una llamada a la unidad del partido y a la necesidad de conectar con los movimientos sociales. La no referencia a la crisis interna del partido, así como el no mencionar explícitamente la llamada política de convergencia, sirvió a los miembros del sector carrillista del Comité Central para centrar su argumentación contra la actual dirección.Adolfo Piñedo, secretario general del PCE de Madrid, y Julián Ariza, dirigente de CC OO, sirvieron la tarde del viernes de antesala a lo que pretendía ser la intervención de ayer de Santiago Carrillo. De los 10 minutos que Carrillo tenía adjudicados, ocho los empleó en reprochar la actitud de la actual dirección para con él y los hombres que le apoyan. "Nos tratan como a apestados a quienes hay que enterrar o llevar al museo de cera". El ex secretario general añadió que él no tenía ese problema, puesto que su figura ya está inmortalizada en ese museo desde hace ocho años.

Incidente con la mesa

Poco más pudo decir, pues fue advertido desde la mesa de que faltaban dos minutos para dar paso al siguiente orador. Carrillo dejo de hablar y convocó a los informadores en una sala de la propia sede central del PCE. Santiago Carrillo se mostró dispuesto a aceptar una política de alianzas con la izquierda, pero hoy tal supuesto le parece inviable. "Si no podemos converger con el PSOE ni con fuerzas nacionalistas de izquierda, ¿con quién se va a hacer esa alianza?", se preguntó Carrillo.

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El político comunista se manifestó "desgarrado entre la tristeza y el enfado". Lo primero, por la situación a la que está llevando la actual dirección al partido; enfadado porque él, que ha sido tachado de autoritario en su etapa en la dirección, aseguró que dejaba hablar a todo el mundo. No obstante todo lo dicho, Santiago Carrillo reafirmó que nunca se iría del PCE, incluso si se llegara a las elecciones con esa convergencia "de fuerzas sociales", él votaría la lista.

Iglesias cerró las sesiones del Comité Central con una llamada a trabajar todos en la misma dirección y al abandono de esta "dinámica infernal" de enfrentamientos "que a nada conducen". En un tono conciliador, lamentó el haber consumido estos debates en hablar de la crisis del PCE y no de alternativas para la sociedad. Sobre su informe, que arrojó 54 votos a favor, 16 en contra -votos carrillistas- y dos abstenciones, destacó que nadie lo había criticado, y desde el sector de Carrillo apenas sí mencionado.

Acusó Iglesias a los hombres de su antecesor de confundir a las bases del partido, propagando que se va a eliminar su clásico emblema de la hoz y el martillo. Afirmó que la llamada a la convergencia es un proceso apenas iniciado y que no se adoptará ningún compromiso sin el consentimiento del Comité Central". "En España hay izquierda, y el PCE tiene que intentar converger con toda ella". Un nuevo emplazamiento se ha dado el PCE para dirimir sus problemas en la conferencia nacional que se celebrará en el primer trimestre de 1985.

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